Un amor pragmático.

CAPÍTULO 3

Cheatan

Las noches se habían convertido en mi momento favorito del día, me sentaba en la tierra y miraba las estrellas en el cielo recordando los sueños que había tenido antes de llegar a Bihar. Kanya también sabía que adoraba las noches y me daba el espacio para disfrutarlas. Durante la mañana trabajábamos sin descanso cargando cueros y telas, por la tarde se me asignaron actividades diferentes debido a que el director había detectado que tenía más habilidades que mis compañeros.

"Tienes más preparación que el resto, no sé cómo llegaste pero es evidente que no eres de aquí"

Las palabras del jefe eran ciertas, pero casi yo mismo olvido de dónde vengo en realidad, hacia dos meses que no veía a mis padres o hermana, sabía que estaban bien ya que uno de nuestros sirvientes de nombre Kalih tenía a su familia en Bihar y llegó a encontrarse conmigo, en ocasiones me traía breves cartas de Sarae. Mi único consuelo eran esas cartas de mi hermana y mirar la foto de mi imaginario novio Bill... Incluso a él lo perdí luego de ya no responder su carta y continuar el cortejo.

- Cheatan ya deberías descansar, mañana será... - Kanya había irrumpido en mis pensamientos sentándose al lado mío.

- Mañana será un día como todos, monótono, trabajar y trabajar para comer medio plato de arroz cada dos días - la interrumpí - Cómo puedo ayudar a los niños del asilo si no tengo ni siquiera para comer yo?! - dije exasperado manoteando al aire.

- Lo lamento, Cheatan. Creo que tus sueños e ideas iban más allá de lo que aquí ibas a encontrar, nosotros somos pobres - se encogió de hombros.

- No me escuches... - la miré con tristeza - A veces no pienso lo que digo, tengo algunas ideas para mejorar las chozas, quizás con algo del edredón viejo que nos venden podría mejorar las camas del asilo.

- Pero eso cuesta y si gastas en eso ya no podrás comprar tu porción de arroz - agachó la mirada - Me gustaría soñar como tú... Por eso sé que tú no eres como yo. Miras lejos, más lejos de lo que tienes.

- Siempre hay que tener sueños por cumplir - me acerque y le di un abrazo - Verás que habrá tiempos mejores.

- Me gustan tus abrazos, eres muy lindo conmigo - Kanya se acurrucó.

- A mi me gusta dar abrazos - solté un poco el abrazo para comenzar a alejarme - Siempre sueño con abrazar a alguien

- A quién? - me miró intrigada

- A Bill - Kanya se apartó - Me hubiera gustado tanto conocerlo.

- Mmm... Ese chico te gustó mucho... - se cruzó de brazos - Pero eso es contra Brahman

- Claro que no

- Claro que sí, tú deberías de casarte con una mujer

- En ningún lado ninguno de nuestros dioses dice eso

- En el país son castigados esos pecados- me levanté y mire fijamente al cielo.

- Estoy cumpliendo con el Moksha y me siento feliz de hacerlo. No como otras personas que se justifican viviendo lo que les toca vivir sin liberarse de ninguna manera

- Oye! - también se levantó - Tu deberías de casarte con una mujer joven como yo

- Eso va en contra de Brahman - repetí sus palabras - Yo debo de casarme con una mujer del nivel de mi casta no menos - me di la vuelta y me dirigí a mi lecho - Buenas noches, Kanya.

Sólo escuché sollozos cuando ella acudió a su lecho mientras yo estaba "durmiendo". Era la primera vez que una mujer me decía eso, o más bien, la primera vez que le permitía a una acercarse tanto a mí. Sólo habían sido mi madre y hermanita... y esporádicamente algún chico atractivo pero nadie más... Quizás fui cruel, pero, si a mi familia no le permitía intervenir en mis ideales, mucho menos a alguien que acababa de conocer.