Un amor pragmático.

CAPÍTULO 6

Bill

La comida no era tan mala pero estaba basada sólo en arroz y ¡nada de carne! Este país tiene costumbres raras según me explicó Cheetan. Quedé perplejo de la miseria en la que vivían esas personas, no había casas ni edificios, ni centros comerciales ni automóviles... Llegaba un punto en el que la señal movil se perdía. No podía entender cómo es que esas personas podían vivir si es que a sus miserables existencias se les podía permitir el derecho de hacerlo.

Las miradas cayeron sobre mi, supuse que era por lo que siempre lo hacían, un chico que parecía mujer... Sí fue mi sorpresa saber que a Cheetan no le incomodaba mi apariencia, al contrario, parecía agradarle en sobremedida.

- ¿A dónde iremos? Este sitio parece pueblo fantasma y además ¡hay muchos animales salvajes sueltos! - realmente estaba fastidiado.

- Sólo quiero que conozcas todo lo que quiero mejorar aquí, por eso es que acepto tu oferta de emigrar a Alemania - respondió tan despreocupado.

- Ya vi todo, ahora quiero irme.- hice un puchero mientras me detenía en medio del camino de tierra. - Mi cabello está sucio y mi ropa también, aquí es imposible andar como la gente.

- Nosotros somos gente, Bill. - me miró levantando una ceja.

- No me refiero a ti... Sino a los demás.- reconsideré mis palabras - Todos son personas con diferentes suertes.

- Quizás... - me miró como si sus pensamientos estuvieran en otro lado - ¡Quiero hacerte un dibujo con la mascota del albergue! No sabemos como llegó aquí

- ¿Es un puerco? Si es así ¡Olvídalo! - me giré y fingí molestia - Eso es demasiado.- me crucé de brazos.

- Es un pequeño gato blanco aún sin nombre - se acercó y me abrazó por la espalda y cintura- ¿Qué nombre deberíamos ponerle?

- Cloud - respondí de inmediato ya que mi mente se concentraba en sentir su cuerpo detrás mío.

- ¿Por qué?

- Las nubes son blancas por eso - ¡Era obvio! Por qué no entender algo tan simple?

- Cloud se llama ahora

- Además ¿cómo vas a dibujar? Si aquí creo que ni conocen el papel - sentí su respiración en mi oído... ¡Y la mirada de mi guardaespaldas en la nuca!

- Aquí tengo, guardé algo de mi ganancia para comprar papel y grafito... vamos y luego iremos a que tomes un baño - soltamos el abrazo, me giré hacia él y di pequeños saltos de alegría.

Luego de un rato inició su dichoso dibujo frente a la choza donde dormían las personas del albergue, cada cierto tiempo me comentaba alguna historia en la que él había participado, pude darme cuenta que era alguien a quien le gustaba dar todo sin recibir nada a cambio, y eso me pareció lindo de algún modo.

Estuve alegre porque Cloud era un gato muy mimoso, realmente fue agradable cargarlo y posar para el artista. Todo iba bien...

- ¿A qué te dedicas en Alemania, Bill? Yo ya te he hablado mucho de mí, quiero saber de ti - lo único que anhelo es que no sepas nada de mi! ... Aún

- Pues... En... En una... disquera... Soy... Soy recepcionista - creí que se daría cuenta de mi obviedad al mentir, pero él parecía no inmutarse de lo evidente.

- ¿Ahí trabajaré?

- Sí, claro, soy amigo del jefe en turno y seguramente te contrata... ¿Ya casi terminas? - cambié de tema.

- Sí, ¡ya le doy los últimos retoques!

Luego de un buen rato por fin había terminado su grandioso dibujo... Me acerqué a verlo y realmente... Sí fue un buen trabajo.