Capítulo 14

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"La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación".
(Lope de Vega).

Cheatan

- Tengo muchas ganas de comer... te... - Bill estaba extasiado en mis besos y yo en los suyos, las palabras sobraban y aún así me hablaba con mucha pasión.

- Y yo a ti. - simplemente no podía dejar de besarle el cuello y sus dulces labios.

- ¿Y qué esperas? - me detuve un momento y vi toda mi vida pasar... Fue eterno.

Lo recuerdo casi a la perfección... Nos levantamos del comedor, continuamos besándonos jugando con nuestras manos a tocar cada parte de nuestros cuerpos, Bill estaba realmente excitado y yo buscaba el ritmo de Bill quien de repente me dio un empujón hacia atrás y caí en la amplia y cómoda cama de ese hermoso hotel.

Sentí su peso sobre mi, sus labios besándome, su pelvis pegada a la mia moviéndose en un vaivén que me habló claro pese a mi inexperiencia, mi cuerpo sabía perfectamente lo que sentía y buscaba el modo de corresponderlo.

- Quítate la playera y el suéter... - me dijo entre susurros al tiempo que él se desprendía de cada prenda de su ropa excepto la interior.

- ¿Te ayudo? - por algún motivo consideré adecuado ayudarle a mostrarme su cuerpo, y él negó con la cabeza, por lo que decidí también desvestirme salvo mi ropa íntima.

Estando ambos desnudos continuamos los besos y caricias, el cuerpo de Bill era hermoso, comencé a acariciarlo como si fuese una delicada pieza de arte... Aunque para mí eso representaba: Bill era arte. Él sólo me sonreía y acariciaba hasta que una de sus manos comenzó a bajar mi boxer y me sobresalte.

- Tengo miedo, Bill. - susurré al tiempo que ponía mi mano sobre la suya evitando continuara.

- ¿De que? - se detuvo a mirarme con una ceja levantada.

- De que no...

- ¿Que no te guste hacerlo con un hombre?- me interrumpió.

- ¿Qué? - me incorporé y nos separamos unos centímetros. - No, claro que no, yo lo que tengo miedo es de que no te guste mi cuerpo o no te vaya a gustar yo.

- Si no me gustaras no hubiese estado esperando pacientemente en silencio este momento desde hace meses. - dijo sin más.

- ¿Meses? - pregunté sorprendido. - ¿Desde hace meses quieres tener sexo conmigo?

- Sí porque me gustaste desde que te conocí.

- Y tú a mí... Sólo, por favor, no me lastimes... Es... Es mi primera vez.

- Jamás te lastimaría.- se acercó a darme un beso en mi frente que me tranquilizó. - Haré que jamás olvides tu primera vez y te agradezco me concedas este honor...

Palabras más, palabras menos, comenzamos lo que habíamos dejado.

Bill

Sí es un honor desvirgar a un hombre tan inocente como Cheetan.

Retiré su ropa interior para comenzar a masajearle el pene y testículos, aspecto que luego de unos minutos de estarlo haciendo, me agradeció con cada gemido de placer así que quise experimentar algo sin consultarle antes.

Un amor pragmático.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora