Capítulo nueve: Las lágrimas que no cesan
A lo largo de mi vida, las lágrimas se convirtieron en una compañera constante. Cada día, me enfrentaba a situaciones que me recordaban mi diferencia y me sumergían en un mar de tristeza. Era como si las lágrimas brotaran de mis ojos sin cesar, ahogándome en un océano de desesperación.
Recuerdo aquel día en la escuela, cuando tenía diez años, y los niños se burlaban de mí por no poder participar en los juegos como ellos. Me sentí humillada y despreciada, como si mi discapacidad visual me condenara a una vida de exclusión y soledad. Las lágrimas rodaron por mis mejillas mientras me alejaba, sintiéndome invisible y destrozada por dentro.
En casa, la situación no era diferente. Mis padres, atrapados en su propia frustración y desconcierto, no sabían cómo lidiar con mi discapacidad. Sus palabras hirientes resonaban en mi mente, dejando cicatrices emocionales que aún perduran. Me decían que me conformara, que dejara de llorar y que aceptara mi realidad. Pero no entendían el dolor que habitaba en mi corazón.
Cada lágrima que derramaba era un grito silencioso de desesperanza, una expresión de mi profundo anhelo de ser aceptada y amada tal como era. Me sentía atrapada en un mundo que no me entendía, sin esperanza de encontrar consuelo. La tristeza se apoderaba de mí y me sumergía en una oscuridad insondable.
Pero en medio de esa oscuridad, encontré pequeños destellos de luz. Mi hermana mayor, Karla, se convirtió en mi refugio en medio de la tormenta. Ella me brindaba consuelo cuando las lágrimas no cesaban, ofreciéndome su hombro para llorar y sus palabras de aliento para seguir adelante. A través de su amor incondicional, aprendí a encontrar fuerza en medio de la adversidad.
A medida que crecía, descubrí que mis lágrimaseran más que lágrimas de tristeza. Eran lágrimas de valentía, lágrimas deresistencia. Cada vez que dejaba caer una lágrima, demostraba al mundo que nome rendiría, que lucharía por encontrar la felicidad a pesar de todas lasdificultades.
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Lo que esconde una sonrisa
Non-Fictionsi, sufrí de exclusión por tener discapacidad visual también podría hablar de bullying que he sufrido por vivir de esta manera y por mas triste que suene he aprendido a vivir con esto. Aunque esto es solo una parte pequeña de todo lo que me rodea ha...