Lo que esconde una sonrisa

Capitulo veinte

Capítulo veinte: Enfrentando la oscuridad de la humillación y la incertidumbre

Después de la reunión con la dirección del colegio, esperaba que las cosas mejoraran, que la profesora comprendiera mi situación y que pudiera recibir el apoyo que tanto necesitaba. Sin embargo, todo lo contrario sucedió. En lugar de comprensión y empatía, sentí que la profesora comenzó a resentirse aún más.

Desde aquel día, su trato hacia mí se volvió más hostil. Sus palabras se volvieron más hirientes y su paciencia, inexistente. Cada vez que me equivocaba, me reprendía de manera despiadada, sin importar si estábamos en medio de la clase o frente a mis compañeros. Me exigía que pensara y entendiera, pero sus gritos solo aumentaban mi confusión y mi angustia.

Aquella humillación constante frente a miscompañeros se volvió insoportable. Sentía cómo mi autoestima se desvanecía díatras día. A pesar de darlo todo en cada tarea y esforzarme al máximo.

nunca parecía ser suficiente. No recibía explicaciones claras ni instrucciones adecuadas para superar mis dificultades. En lugar de eso, solo encontraba un constante menosprecio por parte de la profesora.

Me preguntaba una y otra vez: ¿Por qué tuve que tener esta discapacidad? ¿Cómo sería mi vida si pudiera ver correctamente? Estas interrogantes me atormentaban y alimentaban mi frustración. No entendía por qué tenía que enfrentar estas barreras y por qué me resultaba tan difícil recibir el apoyo y la comprensión que tanto necesitaba.

La situación se volvió aún más desesperante cuando comencé a notar que mis compañeros también se burlaban de mí. Mis errores se convertían en motivo de risas y comentarios sarcásticos. Me sentía completamente aislada, como si estuviera en un mundo aparte, luchando por comprender lo que los demás parecían entender con facilidad.

Con el tiempo, esta constante humillación y falta de apoyo comenzaron a afectarme profundamente. La confianza en mí misma se desvaneció y el deseo de asistir a clases se desvaneció. Cada día se volvió una batalla interna entre la esperanza de superar mis dificultades y el miedo a enfrentar el rechazo y la vergüenza una vez más.