Los crímenes de los eclipses

𓂃Capítulo 1𓂃

Hola soy Jacke, y voy a comenzar con lo que viví el año pasado. Al principio era un día como cualquier otro en el trabajo de mi papá. Él es el policía del pueblo, y mi mamá que se llamaba Lizi, falleció cuando yo tenía 10 años (hace ya 2 años) y mi papá no confía en nadie para cuidarme, por lo que pasaba casi todo el día en la comisaría. Siempre estaba aburrido en una sala rodeada de vidrios aislantes de ruido, por lo que el sonido que se escuchaba de afuera era tenue, solo podía ver. Entonces,un día a la tarde sucedió un eclipse y después de un rato vino una señora que parecía a punto de llorar, se la veía nerviosa, y al mirarla pude deducir que estaba gritando por su forma de articular la boca (ya que no podía escuchar); y mi papá estaba más inquieto de lo común. Por las dudas, me había quedado dentro del cuarto, y luego, sin darme cuenta me quedé dormido.
Eso me pareció curioso por lo que cuando puedo le intentó preguntar sobre ese tema, pero nunca me responde. En este año, también en un día de eclipse, llegó alguien que denotaba lo asustado y confundido que se encontraba, igualmente como la señora de la otra vez, parecía que estaba por largarse a llorar; y mi papá estaba igual, más nervioso de lo común. Como ya me estaba pareciendo sospechoso, al otro día les pregunté a los amigos de mi papá, pero tampoco me contestaban, así que esperé algunos días hasta que afortunadamente contrataron a alguien, y para aprovecharme de esta situación, le consulté si podía ver algo en el cuarto de expedientes, él no estaba tan seguro pero después agregué que era el hijo del comandante de policías, Carlos (que es cierto), así que sin dudarlo me dejó entrar. Me concentré en los eclipses que pude juntar y encontré el de 2015, 2016, 2017, 2019 y el de hace unos días, el de 2020. El que extrañamente faltaba fue el de 2018, y me puse a pensar en que quizás no pasó nada en ese año en un día de eclipse; pero me sigue resultando extraño. Bueno, tomé todos los expedientes que había encontrado, los puse en una caja y me los llevé. Al salir ya no estaba el chico nuevo, por lo que salí sin mucha cautela, los dejé medio escondidos a un costado y le pregunté a mi papá si podía imprimir algunas cosas para no estar tan aburrido, y como tenía mucho trabajo ni me consultó de qué se trataba, y me dijo que sí. Fui a la impresora vieja que nadie usaba, para que no lo noten. Y digitalicé y fotocopie todos los expedientes que había encontrado. Después, por las dudas, como un buen detective, los eliminé de la impresora y me los llevé rápido para empezar a investigarlos.