𝟕𝟐

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Tras pasar el día en el parque, marcharon a casa y tras la cena llevaron a Seth a la cama, tras ello bajaron a la sala de estar.

-¿Puedo hablar contigo?-soltó Tobías.

-Claro.

Ambos os sentasteis.

-Bueno, es obvio que por la iglesia no nos íbamos a casar, y por lo civil, nada más que ponga mi firma en un documento os interrogarian.

-Lo llegué a pensar.

-Asi que, en mi "familia" hay una forma de unirse en ese sentido.

-¿Ah sí?.

-Si, Ann y Tim lo hicieron hace años.

-Oh, ¿Y de qué trata exactamente?.

-Tienes que hacerle una herida permanente a tu pareja para que se sepa que estáis juntos hasta el final.

-¿Una herida?, ¿Te refieres a cortar o...?

-Si, lo que sea mientras deje cicatriz, lo malo es que, no puedo hacerte eso.

-Alomejor hay otra manera.

En el silencio se escucharon pasos en el cuarto de vuestro hijo, no dudaste en subir y mirar, pero al ver que era Seth os relajasteis.

-Me había olvidado el oso-buscando en su baúl.

-En cuanto lo tengas a la cama cielo.

-Si mamá.

Volvisteis al salón pero Tobías se dirigió a la puerta.

-Ire a casa ya, no quiero que se pongan a llamar.

-Esta bien, descansa.

-Y tu-dió un beso rápido en tus labios para luego irse.



Pasaron los días al igual que las oportunidades de Tobías de sellar vuestra unión, aquella noche el volvía de tu casa y se sentó en el sofá.

-Hey Toby, ¿Qué tal el matrimonio?-preguntó Jeff.

-De ninguna manera, por que aún no estoy casado.

-Ya veo, oye otra pregunta...¿Se te dan bien los funerales?.

Tobías lo agarro del cuello de la sudadera.

-No vuelvas a insinuar que morirá por que te juro que con tu lengua, limpio las hachas.

-Relajate, era una broma.

-Para ti todo lo es.

Tobías subió a su cuarto y se tiró en la cama agotado.

Por la mañana despertaste y fuiste a hacer lo mismo con tu hijo.

-Arriba cielo-viste la cama vacía.

Fuiste al baño y no había nadie, abriste el armario y no estaba escondido, buscaste por todos lados y al no encontrarle comenzaste a llamarle mientras ibas por el hogar.

-¡Seth!, ¡Sal ya, no es divertido!.

No aparecía.

-¡Seth voy a enfadarme!.

Seguía sin aparecer, escuchaste pasos de nuevo en su habitación, corriste hacia ella pero no había nadie solo los envoltorios de un montón de caramelos en una esquina junto al oso de tu hijo, al no encontrarle comenzaste a sentir miedo y más por el hecho de cuáles podrían ser las amistades de su padre.No dudaste en llamarle.

-¿Si?.

-Tobias.

-Nena, ¿Que tal la mañana?

𝐋Í𝐁𝐑𝐀𝐍𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐌𝐀𝐋 ♱𝑇𝐼𝐶𝐶𝑌 𝑇𝑂𝐵𝑌♱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora