𝟕𝟔

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Tres noches, esa fue la cantidad exacta de noches en las que tú no aparecías por ningún centímetro del bosque, todos habían buscado tu paradero pero ni el tuyo ni el de su jefe se sabía, sin embargo Tobías no iba a tirar la toalla.Por otro lado estaba Seth el cual no recordaba nada sobre su experiencia con Laughting Jack y Judith le había contado como sus padres se habían ido de viaje de novios para que esté no sospechara nada.

Era la cuarta noche que caía y el castaño salía de la casa con rapidez.

-Bien, separarse, yo iré al este, los demás haced lo que queráis pero encontrarla.

-Tobias, esto es demasiado-se quejó Tim.

-¿Demasiado?, Tim, tu tienes a Ann para el resto de tu vida y yo estoy buscando a mi novia para matarla, no me vengas con que es demasiado.

Se hizo el silencio por parte de Timothy y así los demás se separaron.

Jack y Jeff fueron juntos hacia el oeste, estaban alerta ante cualquier sonido extraño, debían tener cuidado, no podían acabar con ella por su cuenta, aquello debía hacerlo Toby.

-¿Dónde crees que estará?.

-A saber, yo también huiría si Tobías me pidiera matrimonio-soltó Jeff

Ambos rieron ligeramente, pero se añadió una tercera risa, ambos varones se giraron sin encontrar nada, pero al volver a girar las una bala impacto en la cabeza de Jack cayendo este al suelo, Jeff miró a su amigo e intento defenderse o eso intento hasta que alguien le apuntó con un arma en la cabeza.

-Joder...

-Hola Jeff-sonreiste.

-Deja a la novia del gilipollas ese en paz

-Jeff, no estás en posición de exigir.

-Ni tú estás en posición de usar a la prometida de tu proxy.

-No hay matrimonio, no hay infracción, además, tampoco es que la vaya a usar mucho, solo hasta que Tobías aprenda la lección.

-¿De qué...?

Antes de que terminara la frase le golpeaste en la nuca con el mango de la pistola.

Tobías iba corriendo solo entre los árboles, en su mente solo corría tu imagen sonriendo como solías hacer, e incluso algunos momentos en los que te enfadabas con el, momentos que en ese entonces él no valoró como debía.Así fue hasta que sonó su teléfono.

-Mierda-contestó-Jane, espero que tengas una buena razón para...¿Qué?, ¿¡Cómo ha podido contra Tim!?-escuchó-¿¡Qué también le ha robado el arma!?...voy enseguida.

Tobías dió media vuelta en busca de su amigo, al llegar vió a Ann ayudándolo.

-¿Qué ha pasado?

-Nos tomo desprevenidos-respondió Ann-No habla ella, habla él, no me hizo nada por que me tiene demasiada estima.

-Mierda, le ha devuelto bien lo que le hizo en el psiquiátrico.

-Pero hemos descubierto que aún no es como nosotros, logré herirle en el brazo y por unos segundos...la escuché a ella quejarse, así que ese es su punto débil.

-¿Su cuerpo?-preguntó el castaño.

-Claro, puede sufrir daño y si padece lo suficiente, no podrá pelear y terminará soltandola, aún puedes ayudarla Tobias-le miro Jane.

Tobías se levantó.

-¿Dónde estaba la ul...?

Se escuchó el teléfono de Ann.

-Brian...¿¡Qué!?-escuchó-Jack ya está muerto pero, ¿Y Jeff?...está bien, ahora vamos-colgó-Ha dejado a Jack y Jeff inconscientes.

Tobías no lo dudo y echó a correr en tu busca, tras el iba Jane y por el camino se unieron Brian y Nina.

-¿Cual es el plan?-preguntó Nina.

-Encontrarla, eso lo primero.

-¿Pero a donde iría?, tendría que ser un lugar que ella conociese, no conoce el bosque y vuestro jefe no la llevaría a un lugar cualquiera solo por gusto.

Los cuatro frenaron pero pronto Tobías soltó una risita.

-Ya se dónde está.

Tras unos minutos corriendo llegaron a aquel acantilado, el lugar exacto donde Tobías te pidió matrimonio, la parte del bosque en la que más recuerdos tenías con él, y allí estabas, tirada en el suelo como si estuvieras durmiendo en una cama.

-No os acerquéis demasiado, solo debemos inflingirle daño para que la deje en paz-dijo Jane.

-Se la ve tan tranquila...-suspiró Tobías para luego mirar a sus compañeros-Bien, vamos despacio.

Fueron acercándose de forma sigilosa hasta ti, Tobías llegó el primero y se agachó para agarrar tus brazos, más lo único que recibió fue un apuñalamiento con el cuchillo de Jeffen su mano derecha del cual comenzó a brotar sangre de forma rápida.El castaño no tardó mucho en sacarse el arma.

-¿No creerías que sería tan estúpido como para dejártelo tan fácil, verdad Rogers?.

-Tranquilo, sabría que no me lo iba a poner muy fácil.

-Pues adelante-te levantaste-Empezaste esto con ella, pues con ella lo acabarás.

Al terminar aquella frase una bala impacto en tu hombro derecho, lo cual te hizo quejarte del dolor, o al menos así era aunque tú no tuvieras el control del cuerpo.

-No me hagas venir en persona Tobías, esto es entre esta ramera y tú.

-No te atrevas a faltarle el respeto.

-Solo digo verdades, solo una mujer de ese tipo te haría cambiar tu lealtad a mi.

El castaño al escuchar aquellas palabras se abalanzó sobre ti empezando una pelea bastante igualada en condiciones menos por ti, ya que cada vez que hacía una herida nueva perdías fuerzas, a aquello se le sumaba los apoyos de él pero que de poco servían ya que te librabas de ellos con rapidez, antes de que golpearas a Hoodid una vez más, volviste a tomar el arma de Masky, lo empujaste e hiciste caer para luego mirarlo.

-Y tu también Brian, me habéis traicionado por una mujer sin nada sde especial-disparaste en su pierna.

Volviste a mirar a Tobías.

-Rindete, nunca volverá a ser tuya, nunca la dejaré ir, créeme mientras antes aceptes que no volverá será mejor.

-Callate.

-Eres tan inútil, la vida te dió otra familia y está si que no pudiste protegerla.

El castaño seguía en el suelo martirizandose por las palabras que de su jefe, las cuales salían de tu boca.

-Déjala ir y que todo vuelva a ser como antes.

-No puedo...

-Entonces me temo que tendres que borrar su existencia.

Antes de que hiciera nada, Tobías se acercó como un perrito a ti.

-Perdoneme señor.

-Tus disculpas no me sirven.

-Le juro que la dejaré, ella no volverá a saber de mí.

Se hizo el silencio.

-¿¡Estás mal de la cabeza!?-le gritó Jane.

-¡Callate Jane!-le gritó Toby para luego levantarse y soltar las hachas-Solo quiero abrazarla una vez más, y después todo volverá a la normalidad.

-Me pones enfermo Tobías con esos comportamientos tan nauseabundos, pero...adelante.

Ambos cuerpos se fundieron en un abrazo, el cual Tobías tomó como si fuera el último o así fue durante los primeros segundos, hasta que tus ojos se abrieran como platos, el se separó dejando ver clavado en tu estómago el cuchillo de Jane, miraste al castaño una vez más y el solo miro sin expresión alguna.

-Deja en paz a mi esposa.

𝐋Í𝐁𝐑𝐀𝐍𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐌𝐀𝐋 ♱𝑇𝐼𝐶𝐶𝑌 𝑇𝑂𝐵𝑌♱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora