No había pasado mucho tiempo después, de que finalmente se hiciera oficial, y ya todo había cambiado para el, y ya todo había cambiado para bien. Para Balto, es simple y sencillamente le dijo adiós a su vida pasada.
El amanecer había llegado, y los niños del pueblo, no solo podrían vivir ese, sino que podrían vivir muchos años más, ahora finalmente volverían a continuar con sus vidas, todos ellos, y no se debía a ninguna otra cosa, ni a nadie más, que a Balto. Era a él a quien se lo debían.
En este punto de su vida, ahora se sentía muy culpable Por su forma de ser con Balto, pero no hasta que todo esto pasó, que se dieron cuenta que ya era momento de cambiar, ya era hora de romper el ciclo, y debían de empezar a ser diferentes. Debían de comportarse mejor con él, era lo menos que podían hacer por él. Sin embargo, parecía ser que para fortuna de una de ellas, ya todo por fin iba a ser diferente. Entre todos ellos, había alguien que estaba muy feliz, tan feliz como Balto, por saber que al fin, cuál sería aceptado y se volvería uno más de entre todos en el pueblo.
Se trataba de una chica, pero no era una chica humana, ella era un perro al igual que Balto, y a diferencia de él, ella si era una de raza pura, un perro de raza pura. Alguien en quien pudieran confiar, la más hermosa entre todos los perros de Nome. La más buscada y la más deseada, tu nombre era Jenna, capturo hacerse dueño de aquel corazón que todos querían poseer. Solamente un macho lo hizo, y fue aquel de quien menos espero que eso pasara. Nadie más y nada menos, que el mestizo, cuyo nombre es Balto. Lo que alegría le dio a ambos, se podía resumir en que por fin podían estar juntos. Y ya nadie podría quitarles eso. Igualmente y después de tanto tiempo, mostraron su amor a los ojos de todos. Nadie se opuso, todos pudieron ver el tipo de persona que Balto era. Luego de todo lo que había pasado, ellos por fin unirían sus vidas.
Balto despertó, acurrucado en su vieja manta, en el viejo bote, mismo en el que siempre habia vivido desde que tenia memoria. Balto despertó, acurrucado en su vieja manta, en el viejo bote, mismo en el que siempre había vivido desde que tenia memoria. En verdad necesitaba dormir en ese momento, había muchas cosas que sabía tenía que hacer, después de sus actos heroicos, Balto se fue a dormir completamente consciente, no volvería nunca más hacer la misma, era momento de empezar de nuevo, sabía muy bien eso, sabia que ya era momento, de adaptarse a los cambios que se venían, sobre todo porque ahora sabía, nueva vida al lado de Jenna iba a comenzar. Se sentía tan agradecido con ella, inclusive más de lo agradecida que ella podría estar con él. Al menos en lo que cabe Balto sentía que le debía mas a ella, de lo que por haber sido buena con él durante mucho tiempo.
Luego de lo que había parecido muchísimo tiempo. Balto se despertó de lo que había sido una siesta de lo más larga. Fueron Los ladridos, de uno de los miembros del equipo de trineo lo que lo despertó, se levanto muy a duras penas. Pero lo hizo. Después de todo, era aquello que él hizo, la razón por la que ahora estaban aquí, no había venido solo, tengo que todo el equipo. Todos estaban aquí por él. Incluso si Balto no los había llamado, ellos simplemente estaban demasiado agradecidos por lo que él hizo por ellos. Y sobre todo, habían llegado, porque alguien más, deseaba verlo.
Balto se encontraba en medio de un bello sueño, se había entregado por completo al reino de este mismo, ya no había nada más por hacer. Descansar ahora, era lo que mas quería, y al fin día, ya no tenía nada más por lo que tener que preocuparse. En serio en ese momento el estaba durmiendo tan a gusto.
Pero de pronto se vio siendo despertado por Boris, empezó a agitarlo con mucha fuerza, a la vez que los otros dos osos polares, seguían brincando una y otra vez sobre su cuerpo, hasta que finalmente se despertó. Balto se levantó un tanto molesto, pero no les reclamó nada.
Cuando se levanto, más allá de los buenos días, lo primero que Balto escuchó una vez que se despertó, fueron las constantes y repetitivas, felicitaciones viniendo por parte de su familia. Mismas, que Balto para ser ya se estaba comenzando a cansar de escuchar. Pero claro que no les iba a decir nada por eso, y el sabía que tenían muy buenas intenciones. Por eso era que el dejaba que continuaran. Después de todo estaban en su derecho, la emoción de todo lo que él había hecho, Claro que no desaparecería en una sola noche. En cierta forma se lo esperaba, pero a la vez no. Jamas pensó que algo podría salirle así de bien. Pero no se iba a detener a preguntar. Y como la cereza de su pastel, ahora se estaba enterando recién que el amor de su vida lo estaba esperando.
Afuera de su barco, encontraba el grupo de tres perros, que eran con los que más se había llegado a relacionar Balto. El primero y el más grande de todos era un husky amarillo conocido como Kaltag, el segundo era un perro mucho más bajo y también mucho más gordito color café, cuyo nombre era Nikki, y el último el más bajito y más delgado de los tres, color morado, y su nombre era Star.
Los se habían sorprendido de que Balto decidiera regresar a pasar la noche en su viejo barco de siempre, pero a la vez decidieron no criticarlo ni cuestionarlo por eso. Desde luego que él se había ganado su derecho a descansar, digamos que ellos esperaban otra cosa, como muchos otros en el pueblo, creían que él iría a pasar la noche por primera vez con el que era el amor de su vida. La vez era comprensible que no hubiera sido así, las formas sabían que solo era cuestión de tiempo antes de que todo cambiara para el bien de Balto. Al nuevo héroe del pueblo le estaba esperando algo grande, estos cambios se le venían encima. Y mas que nada, el grupo de tres perros, me moría de la emoción, por darle las nuevas noticias a Balto.
Una vez que Balto despertó camino hacia la orilla del bote, los vio ahí parados abajo en el pasto, esperando porque él saliera a recibirlos. Para Balto fue algo completamente nuevo, que ellos lo saludaran de una forma diferente a la habitual. Es decir, sin burlarse tan pronto como lo veían, y sin decirle malas palabras. Balto aún así no pudo evitar saludarlos de manera tímida. Dado que aún se sentía algo desconfiado.
Los chicos se percataron de esto, y de inmediato se sintieron muy mal al ver la expresión en el rostro de Balto, sabían perfectamente qué se debía, Y entonces se sintieron avergonzados, muy avergonzados.
Kaltag: Balto, en verdad perdónanos por cómo fuimos contigo antes, pero ya no tienes por qué temer.
Star: Si Balto, Ahora nos damos cuenta de la gravedad de nuestros actos, y en verdad queremos disculparnos y pedirte perdón.
Nikki: Lo sentimos mucho Balto, ahora nos damos cuenta de que siempre estuvimos mal desde el inicio
Balto: No se preocupen chicos lo pasado, pasado es.
Kaltag: Es bueno saberlo Balto. Mas tarde hablaremos de eso, pero por el momento, tienes que saber, que alguien te esperando en el pueblo.
Continuara...
ESTÁS LEYENDO
¿Son Celos o Amor?
FanfictionDespués de tanto tiempo, Balto finalmente se había echo con el amor de Jenna, que era lo que siempre había deseado. Sin embargo, Balto pronto se dará cuenta de que ese amor no era tan lindo como el creía. Detrás de esa hermosa figura y esos bellos s...