Capítulo 6: La guitarra

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Emilia Bernard


―Bueno, ¿tu te caíste de pequeña o las neuronas no te funcionan como deberían?― Sam estaba de brazos cruzados regañandome por haber olvidado la guitarra en la escuela.

―¿Las dos?

―Emilia, la mitad de la escuela te odia y esa guitarra esta con esa desconocida de la enfermeria.

Le habia contado sobre la llamada y que la pelinegra que me cuido tenia mi guitarra, claro que Sam no se lo tomo bien.

¿Pero habia algo que ella se tomara bien? No, nada, en absoluto.

―Lo se, no tienes por que recordarmelo cada que respiro― mi amiga rodo los ojos y solto un fuerte suspiro.

Ambas estabamos en mi habitación para que Sam pudiera regañarme sin preocuparse de cuidar su vocabulario frente a Olivia.

Olivia se habia quedado en la sala mirando una serie de perros que hablan asi que se quedaria quiera por un rato antes de aburrirse y querer salir a pasear.

―No creo que lo termines de entender, ¿y si esa chica la tira? ¿O la rompe? O la regala o yo que se que hace― esa guitarra era bastante importante para mi, pero parecia serlo mas para Sam.

―Confío en esa chica, mas tarde le voy a enviar un mensaje para vernos y que me la devuelva― me levanté de la cama y me puse frente a mi amiga ―No hay que preocuparse Sam, por favor confia en mi.

En su mirada hubo duda, demasiada duda, pero al final termino asintiendo sin relajar las facciones de su rostro.

―Esta bien, pero si no la devuelve sera mejor que me consigas un abogado porque no aseguro la seguridad de nadie― se que no lo dice de broma lo que hace que sus palabras den aun mas miedo.

El sonido del telefono de Sam corto el ambiente tan peligroso que se estaba formando, lo que agradeci internamente.

―¿Bueno?― yo volvi a tomar asiento para escuchar la conversación aunque no fuera de mi incumbencia ―No. Esta en el refrigerador. Claro que no. ¿Eres estupido acaso? En el refrigerador de atrás. Como que cual refrigerador de atrás, sabes que, olvidalo ya voy para allá.

La llamada fue finalizada y recibí una mirada molesta de mi amiga.

―¿Qué pasó?― le pregunte y ella solto un suspiro.

―Mi estupido nuevo compañero de trabajo es un bueno para nada, eso es lo que pasa― tomo su mochila y me dio una ultima mirada antes de salir de la habitación ―Nos vemos luego Emilia, y para ese entonces mas vale que tengas la guitarra.

―Claro que si jefa― después de un rato pude escuchar como la puerta principal fue cerrada, lo que significa que Sam ya no estaba.

Me pregunto si deveria de llamar a la chica para que me devuelva la guitarra.

Esa es una buena idea.

Me leva te de la cama para tomar mi teléfono y buscar el numero de la chica de la enfermeria para poder regresar la llamada.

1, 2, 3 y...

¿Hola?― la llamada fue atendida y yo me alegre por eso. En verdad no queria tener que buscar un abogado para Sam.

―Hola, ¿eres la chica de la enfermeria?

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