Capítulo 9: Una historia de fantasmas

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Camil Myers

Una semana.

Solo tenia una semana en casa de las Bernard y ya sentía que estaba a nada de volverme loca. Solo que esto no era por Olivia, ella era la niña más dulce que había conocido en mi vida.

Es tan creativa, talentosa y amable que quisiera que ella fuera mi hermana. A veces quiere enseñarme palabras en Italiano, pero soy de lento aprendizaje así que ya no lo hace tanto.

Olivia es un amor y me alegra haber aceptado el trabajo, pero todos los días son un infierno de diferentes maneras gracias a su hermana.

Emilia Bernard.

Esta semana estuvo todo el día en la casa por algo que no entendí de su amiga que no la quería en su casa si no se estaba desangrando y la casa se puso patas para arriba.

Las mañanas eran tranquilas porque ella se levantaba tarde, pero cuando lo hacía bajaba a comer y no importaba si solo comia cereal, la cocina quedaba hecha un desastre. Durante la tarde ponía canciones de Blackpink a todo volumen y aunque voy a admitir que son demasiado pegajosas, ya estoy enfadada de las mismas tres canciones.

Ella solo alteraba a Olivia regalandole dulces, me hablaba en Italiano cuando claramente no entendía nada de lo que me decía y eso parecía divertirla, seguía haciendo esos horribles dibujos, jugaba con nosotras en la sala cuando hacíamos fuertes de almohadas, pero cuando teníamos que recoger ella se desaparecía más rápido que mi papá.

Y ni hablar de las noches, ella se iba por eso de las ocho y en una o dos ocasiones no regreso hasta el día siguiente. Yo no podia dejar a Olivia sola en la casa así que cuando eso pasaba yo me quedaba en la habia que la señora Patrizia había preparado para mi.

Podría quejarme todo un día de las diferentes maneras en la que Emilia a logrado fastidiarme en esta semana, pero no lo voy a hacer.

No lo voy a hacer porque así como tiene sus cosas malas, tiene el doble de buenas.

Ella es super atenta, sabe como hacerte reír si te ve triste, cansada o estresada, te escucha cuando hablas de algo que en verdad es importante para ti, es demasiado inteligente, tiene un gusto en ropa fenomenal, trata a su hermana con tanto amor entre muchísimas cosas más.

Ella no parecía ser nada de lo que los rumores decían.

Tampoco es como que yo hubiera creído en esas estupideces que cualquier rarito se saca de quien sabe donde, solo que si parecia ser alguien intimidante, pero también muy coqueta.

Te da cumplidos que no te hacen sentir incomoda, son de esos que te suben el autoestima y eso es muy lindo.

Y su sonrisa es muy linda

―¡Cami, ya estoy lista!― entre al cuarto de Olivia, ella estaba acostada en su cama preparada para su cuento antes de dormir.

Comenzamos a hacer esto desde el primer dia para lograr dormirla después de las video llamadas con su mamá.

―¿Lista para el cuento de hoy?― la pequeña asintió con entusiasmo y yo me sente en la orilla de su cama para comenzar.

―Espera― Olivia se levanto y fue corriendo a su closet, de donde saco un peluche de un león y volvió a la cama ―Listo.

―Bien, el cuento de hoy se trata de una niña que podía ver fantasmas, esta es una historia que la mamá de mi mejor amigo nos contaba.
Había una vez, una niña que vivia en una hermosa casa con su mamá y su papá. El papá quería mucho a su hija, pero su mamá parecía odiarla― Olivia frunció el ceño.

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