in the real void

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la alarma de las ocho en punto sonó más fuerte que el día anterior.
últimamente, el ruido le parecía cada vez más insoportable, no por el ruido en sí, sino porque su sentido auditivo se había vuelto más agudo, tanto que hasta el mínimo tono de notificación lo ponía de malas.

caminó afuera de su habitación, dirigiéndose al baño compartido entre él y su hermana.
no tardó ni cinco minutos dentro, cuando esta última tocó desesperadamente la puerta.

—¡zhanghao apúrate, ya tardaste mucho! — gritó desde afuera.

ni siquiera se tomó la molestia de responderle, tenía la boca ocupada con el enjuague bucal, y tampoco tenía ganas de comenzar una pelea innecesaria.
salió un minuto después, siendo empujado hacía afuera ni bien abrió la puerta.

era su rutina matutina.
regresó a su habitación a vestirse y arreglarse para un nuevo y emocionante día escolar, con sarcasmo incluido.

siendo honesto, prefería no desayunar los días que iba a la escuela, pero ese día en particular tenía antojo de algo ligero.

luego de comer un poco de cereal, salió de su casa rumbo a la parada de bus, aquel que lo llevaba todos los días a la escuela.
si le preguntaban, realmente odiaba subirse al bus.

el calor de la mañana, la gente yendo a sus trabajos, los alumnos hiperactivos en la parte de atrás, todo era desagradable para zhanghao, pero era pobre —no literalmente—, así que no tenía más opción que irse en el transporte público.

llego más temprano de lo normal, el bus había hecho carreritas con un conductor de otra unidad, así que estaba entrando a la escuela veinte minutos antes de empezar las clases.

ah, esa era otra cosa, zhanghao odiaba su salón.
era feo, sin color, aburrido, y lo que más odiaba de él eran las personas que entraban todos los días a calentar las sillas.
odiaba a sus compañeros de clase, todos eran unos revoltosos y nefastos, solo sabían hacer enojar a los profesores que con mucho esfuerzo intentaban dar la clase, fallando siempre por la manada de simios que tenían de alumnos.
omitiéndolo a él, claro, él no era cómo sus compañeros, a él si lo habían educado y enseñado de valores.

deseaba con todas su fuerzas que se acabara el año, ya faltaban algunos meses más para que no volviera a ver a esos idiotas sin sentido común.

se puso sus audífonos de diadema, y void de melanie martinez retumbó fuertemente dentro de sus oídos.
la música, por suerte, nunca era lo suficientemente alta para él.

era curioso, porque consideraba a mel parte de su vida, amaba su música.
y no por nada, sino porque se identificaba con ella en todo su esplendor; las letras siempre eran tan profundas y significativas, melanie se esmeraba plasmando sus sentimientos dentro de obras maestras como dear porcupine o piggyback.

"baby, I'm spinning around the corner
It's tasting kinda lonely
and my mind wants to control me"

aunque, si se lo preguntaban, a veces quisiera no sentirse identificado con ciertas canciones.

no era un secreto que zhanghao era muy, muy introvertido, no era esa persona que alguien pensaría primero para invitarlo a salir; y realmente no le molestaba del todo, él no era de fiestas ni de amigos.
pero a veces quisiera sentir tener a alguien apoyándolo, entendiéndolo y escuchándolo.
veía a sus compañeros de clase salir entre ellos, desayunar juntos en la cafetería, jugar algún deporte en las horas libres o simplemente, pasar el rato hablando de cosas random.

y cuando en algún momento quiso acercarse a ellos, su mente lo controlaba y lo traicionaba.
se convencía a si mismo de que nadie lo incluiría y se burlarían de él por siquiera pensar en juntarse con ellos.
se saboteaba a si mismo, sin quererlo, porque las voces de su cabeza siempre eran más fuertes que él.

IN THE VOID ★ HAOBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora