Capítulo 3

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Pasó una semana desde que el señor Bari se había ido de la casa. A raíz de eso, Johanna empezó a preguntarle sobre el tema a Gianella cuando comían.

Gianella, ¿qué me puedes decir del señor Paolo? -preguntó ella-

Johanna, ¡cuándo no! Déjala por lo menos comer – dijo Dario-

Hablaremos de esto luego – dijo la señora-

¡Dicho y hecho!

Ahora sí, ¿qué opinas del señor Bari? – preguntó Johanna-

Si bien es un hombre con buenos modales, no es... atractivo y no conversábamos mucho porque se la pasaba mirándome con la misma expresión de aquella noche – respondió la segunda hija-

Bueno, solo es cuestión de que se conozcan más – dijo la señora-

Madre habiendo tantos caballeros, ¿por qué quieres emparejarme con el señor Bari? Es mucho mayor que yo – preguntó ella-

Mira, al principio pensaba lo mismo, pero desde que vi cómo te miraba mientras tocabas ese día se notaba claramente que le interesas, además su madre es mi amiga – respondió su madre-

Esa mirada me resultó intimidante y perversa, me miró de arriba a abajo, me sentí incómoda – dijo ella-

Es que como quieres que no te mire, eres muy atractiva – dijo Johanna-

Bueno madre, lo intentaré, pero si hay algo más que me llegara a incomodar te pediría que por favor no insistas más – dijo ella-

De acuerdo – dijo su madre-

En ese momento, aprovechó y le informó que iba a verse de nuevo con el mayor de los Rossi.

Esa misma tarde, Milenna y Claudia habían sido invitadas por los hermanos menores a la casa Rossi para pasar la tarde. Horas más tarde, Gianella y Davide habían regresado de su caminata.

Mile, Clau no sabía que estaban aquí – dijo ella-

Bueno, justo después de que saliste Alessandro y Michele nos enviaron un mensaje – dijo Milenna-

Ya que ustedes también están aquí me gustaría invitar a todos a mi cumpleaños que será en unos meses – dijo Davide-

Muchas gracias, Davide se lo haremos saber a Giovanni, Francesca y nuestros padres – dijo Gianella-

Miró su reloj y vio que se les había hecho tarde, así que se despidieron y salieron de la casa Rossi.

Al llegar a casa, sus padres y hermanos ya habían cenado, pero les habían dejado comida. Después de que las tres cenaran, le avisaron al resto de la familia sobre la invitación del hijo mayor del señor Rossi.

Qué amable de su parte – dijo su padre-

Sí, hace tiempo que no los vemos – dijo Francesca-

Sí, la casa Rossi es bonita – dijo Giovanni-

La velada será en dos meses – dijo Gianella-

Los GenovessiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora