Capítulo 4

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A fin de mes, durante un almuerzo de ambas familias, la pareja anunció que los testigos serían el señor Dario y la señora Marina.

En los siguientes días, las mujeres de la familia Rossi fueron a la modista para que la futura novia se pruebe el vestido y su hermana otros. Al final de la mañana, fueron al local dónde se haría la recepción para ver la decoración. Laura, la cual tenía un buen gusto, ayudó a su hermana a escoger las tonalidades del mantel de acuerdo con los colores de los interiores.

El celeste y lila pasteles combinarían muy bien con los interiores del salón, ¿no crees? – preguntó Valentina-

Por supuesto, yo diría que el mantel podría ser lila y los detalles de celeste – respondió Laura

Pasó un mes más y ya estaban en la semana de la boda, la cual sería el sábado. La semana empezó con la llegada de la familia paterna que vino desde Florencia.

Hola a todos – dijeron ellos-

Hermana, madre, padre, cuñado, chicos sean bienvenidos – saludó Dario-

Hola, tíos, abuelos, hola Tina y Enrico – saludó Giovanni-

Lo veo y no lo creo, Giovanni, estás hecho un hombre – dijo su tía-

Gracias, tía nos han hecho mucha falta – dijo él-

Cuando tu padre nos invitó no lo pudimos creer ya que para nosotros nos pareció muy pronto – dijo su abuelo -

Bueno, realmente las cosas ocurrieron muy rápido, pero estoy feliz por lo que se viene – dijo Giovanni-

Los demás saludaron y como ya todos habían desayunado, Giovanni se encargó de mostrarles el espacio en donde iban a quedarse. Ese día, las hermanas junto a su prima Tina fueron a pasear por ahí. Por otro lado, Giovanni se quedó en casa con el resto.

Los días pasaban y ya había llegado la familia materna de Roma y Cagliari. En el caso de los Rossi, los invitados se limitarían las amigas de Valentina, los amigos que tenían Giovanni y Davide en común, Dante, sus tíos y la única abuela que les quedaba.

Llegó la noche previa al gran día, en pocas palabras, la despedida de soltera que básicamente fue una reunión con su hermana, sus amigas y las hermanas de Giovanni.

Estaban compartiendo un lindo momento, ya que no se veían desde hace mucho. Hasta que una de sus amigas, la más atrevida y algunas veces imprudente, preguntó.

Vale, ¿no tendrás una foto de él? – preguntó Sara-

Sí – respondió ella-

Al mostrarle la foto de Giovanni, sus amigas sonrieron inocentemente a excepción de Sara que sonrió de una manera extraña.

Vale, eres tremenda suertuda. Ya me imagino que estarás muy emocionada, es obvio si es tremendo... - dijo tratando de hacer un gesto-

Valentina la miró como si estuviera loca.

¿Alguien podría decirle a Sara que deje de hablar así de mi hermano? – preguntó Gianella arqueando una ceja-

Sara, smettila – dijo otra de sus amigas-

Todas han entendido el contexto menos la que se va a casar, vaya, parece que no te han explicado uno de los detalles más importantes en un matrimonio -dijo Sara-

Basta, bueno parece que ya todas estamos cansadas, gracias por acompañarme. Nos vemos mañana – dijo Valentina un poco confundida e irritada-

Al irse todas, ambas hermanas se despidieron de las empleadas que estaban empacando las cosas de Valentina en unas cajas y fueron a sus habitaciones a descansar.

Los GenovessiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora