Revalink One-Shot's.!

SoulMates Au

Desde pequeño Revali había soñado con su alma gemela, aquella persona que lo amaría de forma incondicional para siempre, que lo aliviará de la soledad abrumadora en la que siempre había vivido, después de todo Hylia había hecho uno a su par, entonces ¿Por qué esperar menos que eso?.

La diosa Hylia es un ser de luz, cuando uno de sus hijos moría sin haber encontrado un poco de dicha en su vida ella también se entristecía y lloraba por él, un día decidió agregar un poco de felicidad en las vidas de las personas, si bien no podía controlar las acciones de sus hijos si podía entrelazar los para que encontrarán la dicha en el amor, entonces se aseguró que cada uno tuviera un destinado.

Sin embargo no fue mejor, aún había personas que morían sin conocer jamás a esa persona, y muchas veces la otra vivía una vida de soledad sin saber que su otra mitad ya no vivía en el mundo, pero un día se le ocurrió detener el tiempo de aquellos que aún no encontraban a su destino a la edad de diesiete años y para aquellos que tenían la dicha de al fin encontrarse el tiempo volvería a transcurrir, pero entonces ¿Cómo se identificaría? La diosa los marcaría, ambos con una señal igual.

"¿Incluso alguien como yo puede tener una alma gemela?" El anciano dejó de leer la leyenda a su pequeño discípulo dejando el libro a un lado y abrazando más al polluelo de su regazo ganándose solo un leve gruñido del menor por la asfixia.

"Claro que sí pequeño Vali, para todo aquellos que estén dispuestos a entregar su corazón" Revali saltó emocionado de su lugar, aún con los años de soledad había alguien para él que lo cuidaría y amaría, sería muy diferente a la familia que un día lo abandonó en las afuera del pueblo.
"Pero tienes que ser paciente, no sabrás quien es hasta que llegues a esa edad"

El pequeño Revali asintió emocionado mientras corría de un lado a otro extendiendo sus alas en un falso vuelo, iba a esforzarse al máximo para ser el mejor para su otra mitad y no ser apartado cuando vea que solo era un humilde huérfano.

Salió corriendo y brincando entre las escaleras de maderas del pueblo ignorando las risas enternecidas de los mayores o las burlescas de los más jóvenes, hasta que tropezó con cierto grupo de novatos, rápidamente se levantó y se achicó en su sitio, no solo era huérfano, también era el más pequeño de su generación y si ciertamente los del pueblo lo cuidaban no todos lo trataban bien ni lo miraban como uno de los suyos, aún que podía entenderlo, ni él mismo sabía de dónde provenía o si alguna vez tuvo algún lugar que podría a ver llamado hogar.

"¡A un lado! ¿No te basta con robar la atención de todos?" Le gritó el más grande mientras le daba un empujón al suelo, Nyelt un polluelo de plumas rojas siempre se había encargado de recordarle su triste realidad.

"No solo eres un estorbo, eres un inútil" Replicó otro obligándolo a retroceder, Revali debía ser valiente, eso se repitió varias veces en su cabeza para tomar valor y enfrentarse a ese grupo de novatos sacando el pecho mientras erizaba su plumaje.

"No lo soy, ¡Seré un gran guerrero!" Pero rápidamente fue nuevamente empujado cayendo de forma brusca a la superficie de la madera y reprimió un sollozo solo para intentar ser más fuerte.

"Claro que no, ¡Los huérfanos no llegan a nada!" Y el pequeño azul ya no pudo reprimirlo más, lloró con fuerza, sintiéndose totalmente débil delante de los otros novatos pero por más que limpiaba la humedad de sus mejillas nuevas lágrimas bajaban.

"¡Basta!" La gruesa voz del anciano resonó por el lugar, de inmediato el grupo de novatos retrocedieron escudándose en el mayor de todos quién solo temblaba ante el anciano del pueblo y el autoproclamado padre de Revali.
"¿Qué les sucede? Todos somos una familia, creí que ya lo habían entendido"