Yo sí te quiero, Amaya [COMPLETA✔️]

𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐃Ó𝐒

𝘠𝘰 𝘴𝘪 𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰,
𝘈𝘮𝘢𝘺𝘢

༻𝐉𝐨𝐧𝐚𝐭𝐡𝐚𝐧 𝐒𝐨𝐥𝐞𝐫༺

— ¿Pudiste hablar con ella?

Anthony apareció de la nada.

Aproveche que Amaya se habia quedado dormida otra vez para salir a comprarle algo de ropa que necesitaba, y a tomar un poco de aire.

— Si, de hecho, cuando despertó hace rato estaba muy conversativa... Creo que vamos poco a poco.

— Es bueno saber, ¿y te ha dicho como se siente respecto a todo?

Me encogí de hombros, no ha mencionado nada al respecto.

— Pues, me pidió no hablar del tema, sinceramente pensé que tenía que cargar con toda la tristeza que seguramente debía de sentir, pero nada de eso, esta naturalmente, no se ha mostrado de una manera negativa ni pésima, creo que estoy un poco sorprendido, no me esperaba eso después de escucharla hablar de lo sucedido... ¿Debería preocuparme?

Se hecho a reír, y por su tono sabía que se estaba burlando de mí.

— Hombre, has criado a dos hijas, yo que voy a saber, mi hijo apenas cumplirá un año, aquí el experto eres tú; pero personalmente creo que sí, cada uno reacciona de manera diferente.

Si tenía razón,

— Investigare de una buena terapeuta.

— Es buena idea.

Mire a la distancia a Coraline acercarse, ya me estaba preguntando en donde podría estar.

— Bueno, yo me retiro.

Lo vi marcharse, era de esperarse, ellos dos no tenían una buena relación.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca me levante para saludarla.

— Hola.

— ¿Cómo esta Amaya?

— Esta bien, eso creo, esta durmiendo.

Tomamos asiento en la banca.

— ¿Y que pasara? Con ella, con su madre.

— Alma ahora mismo está siendo interrogada, la juzgara un juez pronto, no se quesera de ella, de todos modos, lo que me importa es que pague por lo que hizo, lo otro no me interesa... Y Amaya, ella vendrá con nosotros.

Esperaba alguna reacción fuerte de parte de ella, pero simplemente se quedó mirando a la nada mientras asentía lentamente, lo que me daba la impresión de que no le agradaba la idea, pero así tienen que suceder las cosas, no es como si tuviera alguna otra opción.

— ¿No vas a decir nada?

— ¿Qué quieres que te diga?

— Pues lo que siempre sueles decir, que todo esto es mi culpa, por no controlarme...