Un nuevo mundo (Little Nightmares x Coraline y la Puerta Secreta)

Banquete

- Claro tontita - dijo esa mujer con botones -. Ahora dile a tu otro padre que venga a comer.

Six se le quedó mirando un rato a esa mujer, ella ya había visto cosas deformes y verdaderamente horribles, pero nunca a una persona casi "humana" con botones en los ojos.

- Adelante - volvió a hablar la señora - Esta en su estudio.

La niña decidió hacer caso a lo que la adulta le dijo, pero aún así la siguió mirando con cara extraña y de muy pocos amigos. Six caminó hacía donde estaba trabajando el "verdadero" adulto, desde lejos pudo escuchar las teclas de un pieano.

Ella tuvo que admitir que le recordó a cuando ella y Mono estaban en la escuela y usaron el piano como distracción...

Six abrió la puerta sin tener nervios. Adentro estaba un hombre de espaldas tocando algunas teclas despacio del teclado.

- ¿Hola? - preguntó la nña.

El adulto se percató de la chica y se giro. Este era el mismo "padre" de Six, solo que tenía ojos de botones y una gran sonrisa en el rostro, algo que no tiene el otro.

- ¿Qué tal Coraline? - preguntó el hombre - ¿Quieres oír mi nueva canción?

- ¿Sabes tocar el piano? - preguntó Six.

- No es necesario.

De la nada, del piano salieron dos manos que eran como guantes de color blanco, esto hizo que la chica se sorprendiera demasiado.

- Este piano me toca a mi - dijo el hombre con una gran sonrisa mientras que las manos se pusieron en las del adulto y lo voltearon para tocar el piano y cantar la siguiente canción:

Mi canción habla solo de Coraline~

Es dulce como una flor,

Es mi amiga ya~.

Es tan linda como ojos de botón,

A los ojos de alguien más

Que hayan visto a Coraline~

Si quiere algo divertido,

Mami y yo nunca sedemos,

Aburrido.

Siempre con ella, Coraline~

Six se quedó sorprendida ante aquella canción, nunca nadie le había cantado en su vida, así que no podía evitar sentirse valiosa, pero tenía que decirle lo que debía.

- ¡Oye! - exclamó la chica sin ninguna educación - Ella dice que la comida ya esta lista.

Ante aquel comentario, el adulto no se molestó, solo se cruzó de piernas y miró a Six mientras ella hablaba.

- Mmmm~ - dijo el adulto - Levante la mano quien tiene hambre.

Las manos del piano se levantaron a la vez, esto hizo que por broma el hombre dijera: "¡Jo! ¡Ji, ja, jo!". Esto le debería dar risa a cualquier niño de 9 años, pero Six solo se quedó mirando al hombre mientras pensaba: "Este hombre tiene problemas mentales".

Entonces, el adulto se levantó de la silla y tomó a Six de la mano para ir juntos al comedor, esto incomodó a la niña, así que hizo que el hombre la soltará, este acto funcionó a la perfección. Y extrañamente, el señor no quitó su sonrisa de la cara, como si estuviera obligado a no quitar esa expresión de su rostro.