El plan va a empezar

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Six abrió una caja que tenía a los pies de la cama, pensó que ahí encontraría una ropa diferente; pero no entendía la razón de por que ese abrigo no era "bueno" para salir de la casa si muchas veces había estado así en lugares que no fueron la cabaña del cazador. La niña suspiró mientras pensaba en una buena respuesta a esa pregunta, lo más lógico sería que preguntará, pero temía que ese hiciera que esos adultos sospechen de ella.

Lo que había dentro de la caja, eran diferentes juguetes, pero nada de ropa, así que lo cerró. Caminó un rato por la habitación hasta llegar a la parte de la ventana y abrió las pequeñas ¿puertas? que habían en los asientos, aún así no encontró nada. Después se fue a un armario y por fin encontró lo que tanto estaba buscando.

- Con que esto es... - dijo Six mientras buscaba.

A la chica nunca le importó su apariencia y menos si lo que tenía puesto le quedaba bien o no, solo usaba la ropa para protegerse del frío y para no exhibirse. Pero parecía que esa vez tenía que ponerse algo "bonito".

La mayoría de ropa que había eran faldas con camisas largas o cortas; nada de eso le gustaba, siguió buscando hasta que encontró una pequeña caja al fondo del armario, la agarró y la abrió. A dentro había un conjunto de ropa que si le gustaba a la chica, el cual era el siguiente:

Lo único que no le gustaba era esa cinta que decía: "Love", así que se la quitó y dejo lo demás normal

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Lo único que no le gustaba era esa cinta que decía: "Love", así que se la quitó y dejo lo demás normal. 

Rápidamente bajo las escaleras con ese conjunto de ropa que había encontrado. Abajo estaban los adultos, la mujer sirviendo cereal en un pote y el hombre caminando de un lugar a otro leyendo el periódico.

- Coraline - dijo la mujer viendo a su "hija" de pies a cabeza -, ven a comer.

Six hizo caso y se sentó mientras la mujer servía leche para completar la comida. La chica ya había descubierto que tenía que usar la cuchara para comer eso, así que la agarró, la sumergió en la leche con cereal y se lo llevó a la boca. A ella le encantó esa comida, así que siguió y siguió hasta acabar.

- ¿Terminaste? - preguntó el hombre.

La chica se limitó a asentir mientras seguía masticando.

- Entonces ve a cepillarte los dientes para ya irnos, ¡por favor!

Six se levantó de su asiento y se fue al baño para hacer lo que le pidieron. Cuando entró se encontró con la muñeca, algo que incómodo a la chica haciendo que sumerja al juguete en el inodoro y luego la lancé fuera del cuarto. Después de eso se calmó e hizo lo que le habían dicho y luego volvió a bajar luego de haber terminado.

Unos segundos después, los tres subieron al auto y se fueron a la ciudad, en específico a un edificio algo viejo de plantas. La mujer se estacionó y empezó a tranquilizar a su marido, quien estaba muy nervioso.

- ¿Segura que les va a gustar? - preguntó nervioso el adulto.

- ¡Pues claro! - exclamó la adulta - Al menos MIS capítulos.

El último comentario no supo si era de ayuda o de otra cosa, pero aún así, el hombre bajo del auto y se dirigió a la parte de atrás del carro para despedirse de su "hija".

- Nos vemos luego querida - dijo mientras le apretaba con cariño la nariz a la niña.

Six inmediatamente quitó la mano de ese adulto de su cara, no se sentía nada segura a su lado y ni hablar cuando le tocaba como si ya se conocieran de toda la vida.

Después de eso, el adulto entró al edificio. Por otro lado, la mujer volvió a encender el auto y se dirigió a la tienda de ropa.

La niña estaba mirando por la ventana todo el camino, se lo estaba memorizando por si en algún momento tenía que huir.

Unos momentos después, la mujer se estacionó frente a una tienda que tenía un cartel enorme que decía: "Promociones por el día de los presidentes".

La adulta apagó el vehículo y se bajo. Six hizo lo mismo y se dirigieron dentro de la tienda. Al entrar, inmediatamente la mujer se dirigió al área de escolar, donde habían diferentes uniformes de color gris.

La chica solo se sentó en las escaleras deseando que ya se fueran de ese lugar lo más antes posible, ya que se sentía incómoda ahí por sus antiguos recuerdos.

Del piso de arriba, bajaron dos niños jugando, uno subido a una silla con ruedas y otro persiguiéndolo. Esa diversión no duró mucho cuando se estrellaron causando que varias prendas se calleras y los boten junto con sus padres del establecimiento.

- Estúpidos... - dijo Six, nunca fue buena para ver lo bueno de una persona, siempre se quedaba con la primera impresión.

Después miro a su derecha y pudo ver unos guantes verdes con naranja que le llamaron la atención. Los agarró dispuesta a llevárselos, pero creyó que salir de la tienda con mercancía de ella sería un gran peligro, así que iba a acudir con la persona que más sabía de eso.

Six se subió a la silla que hace un momento estaba usando aquel niño y empezó a deslazarse, al frente, a los costados y atrás de la mujer para que se diera cuenta de su presencia. Hasta que las ruedas se detuvieron delante de la adulta.

- Devuélvelos, Coraline - dijo la mujer con poco interés.

- ¡Pero mamá! - exclamó la niña - Solo hemos venido a comprar ropa grisosa y aburrida, ¡estos guantes son mejores!

Mientras que la chica hablaba, la mujer había agarrado una camisa e intentaba ponérsela a su hija hasta que lo consiguió, algo que molestó mucho a Six; pero después se lo quitó.

- Muchos niños van a ir con esta misma ropa a la escuela junto contigo - dijo la mujer -, es mejor que sigas el protocolo del uniforme.

- ¿Escuela? - preguntó Six.

Al poco tiempo, la madre compró las prendas, la cajera se los puso en unas bolsas y junto con Six salieron de la tienda al auto. La adulta colocó las bolsas en los asientos traseros y dejó que su hija se sentará en el del copiloto. En todo el camino, la pequeña seguía molesta y los recuerdos la atormentaban.

- Coraline - dijo la mujer -, la escuela puede ser divertida si le das u-

- ¡Claro! - exclamó molesta la niña - ¡Es MUY divertido que un grupo de niños te secuestren, te torturen con cosas de la escuela y que al final te cuelguen del techo del baño de hombres como un saco de papas! ¡Eso es demasiado divertido! ¡Me gustaría repetirlo!

- ...Al menos lo intenté... - dijo la mujer suspirando.

Al poco tiempo llegaron a la casa. La mujer preparó la cena y después Six se fue a dormir molesta, no sin antes llevarse un trozo de queso, partirlo a la mitad y dejarlo en suelo con la puerta abierta.

La chica se cambió de ropa a su abrigo azul y shorts blancos, era muy cómodo para dormir, por eso que le gustaba mucho, después se acostó en la cama y se cubrió hasta el cuello con la sábana.

"El plan va a empezar"

Fue lo que pensó la chica, luego miro la silla donde se encontraba la muñeca seca sentada como si nada hubiera pasado unas horas antes.

- Si te voy a quemar - dijo en tono amenazante la chica.

En el interior sabía que no podía hacer eso, parecía que la muñeca tenía alguna especie de relación con esa mujer de ojos de botones y tenía que encontrarla rápido. Si esa noche volvía a ver a esa "otra madre" su plan se iba a poner en marcha.

Six cerró los ojos y se durmió lo más rápido que pudo.

Un nuevo mundo (Little Nightmares x Coraline y la Puerta Secreta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora