¿También son víctimas?

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Six caminó hacia la casa, al llegar a la entradarevisó a su alrededor para saber si había algo que pudiera usar para abrir la puerta de la sala. A los pocos segundos, la menor pudo encontrar un bastón.

Después de encontrar lo que necesitaba, entró a la casa y se dirigió a la sala. Ahí, la puerta seguía cerrada. Por esta razón, Six colocó el bastón en las manijas y las jaló haciendo que las piezas de metal se soltaran de la madera.

- Perfecto... - murmuró Six.

Sin las manijas, la puerta se podía abrir. La chica lo empujó dándole acceso a la sala. Adentro, estaba oscuro, pero se podía visualizar la puerta. Six miró a su alrededor por si encontraba algún peligro, cuando no pudo ver nada, decidió dar un paso hacia adelante. En eso, un estante en forma de cucaracha se puso en frente del "portal".

Cuando el armario se puso en frente de la puerta, las luces de la habitación se encendieron, estas tenían tonos morados y verdes. Además, se pudo visualizar otros muebles con forma de insectos con botones en los ojos. Pero había uno en especial que simulaba un sillón largo que tenía ,a espalda en diagonal. Este se movió girando hacia Six. En el sofá se encontraba la "otra madre".

- Dicen que hasta el espíritu más fuerte puede ser destrozado... - dijo la mujer con una gran sonrisa - con amor...

Six miraba fijamente a la adulta con desconfianza.

Sin darse cuenta, una silla en forma de cucaracha se acercó a ella y la tumbó haciendo que caiga en él. La silla la llevó en frente de una mesa y de la "otra madre".

La mujer veía muy sonriente a Six, algo que incomodaba a la menor.

- Tengo dulces - dijo la mujer mientras saca de una bolsa una caja de "chocolates" y se los mostraba a la menor. Acto siguiente, la adulta abrió la caja donde se podían ver escarabajos de un color parecido a de un chocolate - ¿Gustas? Son "Chocorabajos".

Six no dijo nada, así que la "otra madre" agarró uno de los escarabajos y le mordió la cabeza con gusto.

La menor solo miró la escena como si fuera algo normal, porque ella ya estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones.

- Ya quiero irme - dijo Six con tono desafiante - con mi verdadera familia y exijo que me dejes ir.

La adulta tragó el escarabajo con molestia, colocó sus manos en sus caderas y miró a Six muy enojada.

- ¡Esa no es forma de hablarle a tu madre! - exclamó muy molesta la mujer.

- Tú no eres mi madre - dijo acercando su cara al de la "otra madre".

La adulta retrocedió con una expresión de enojo.

- Discúlpate ahora... - dijo la mujer -, Coraline.

- No - respondió Six inmediatamente, aún con su tono desafiante.

La mujer se enderezó mostrando superioridad. Sus botones tenían un brillo particuliar, no era de alegría, era de una ira inmensa.

- Te voy a dar hasta la cuenta de tres... - dijo la adulta.

Por otro lado, Six se cruzó de brazos demoatrando que no se arrepentía de lo que había dicho y que estaba decidida a irse.

La mujer se levantó y empezó a contar lentamente esperando la disculpa de Six. Pero cada vez que contaba, se hacía más alta, más flaca y sus extremidades eran muy largas (no tanto como las de Roger, pero aún así eran largas), casi parecía un esqueleto.

Six miraba esa forma de la otra madre con asombro, nunca había visto a alguien tan flaca.

Cuando la mujer dijo tres, su voz se hizo más aguda y daba escalofríos. Además, la adulta agarró de la nariz a Six y la jaló hacía el pasillo. En el trayecto, la menor intentaba liberarse del agarre, pero las uñas de la "otra madre" estaban clavadas en su piel, haciendo que sea difícil y doloroso intentar escapar.

Un nuevo mundo (Little Nightmares x Coraline y la Puerta Secreta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora