💮⁵to día💮

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Un trío

Con Han en mis brazos, nos dirigimos hacia el hogar, lo más rápido posible. Al ya estar adentro, dejé el pequeño cuerpo en el sillón y me encaminé al cuarto.

- Mierda, cierto que no tengo absolutamente nada de mi ropa en esta casa. - maldije por lo bajo. - Y tú, vete a bañar, ¿qué esperas?

- P-pero...

- Pero nada.

El peli castaño obedeció. Por mientras yo salí nuevamente hacia mi vehículo para ir a mi departamento.

Arranqué el auto nuevamente y emprendí viaje. Por lo tanto, iba imaginando cada cosa mientras Han se bañaba. Desde que se masturbase hasta que se deje llevar por su suavidad en las sábanas.
Sacudí mi cabeza para evitar ese tipo de pensamientos.

Miré por única vez el retrovisor; veía como de lejos la casa de adornos dorados se alejaba de a poco, los árboles desaparecían conforme el tiempo pasaba.
En la gran ciudad de Illinois, los edificios y casas lujosas abundan aquí, pero como soy rico y sin problema alguno de comprarme lo quiera seré feliz.

Estacioné mi vehículo lo más cerca posible a la vereda de mi departamento, me bajé, encaminé mi dirección hacia la puerta, la abrí y luego entré.
Y adivinen a quien encontré.

- ¡Changbin! Que bueno que vuelvas a casa. - el pecoso gritaba de la emoción al verme.

- Hola Felix, ¿cómo estás?

- Bien, ¿y tú?

- Muy bien, gracias. - el silencio abundó mi sala de estar. - Y... ¿Qué cuentas?

- Nada, solamente son algunos problemas que tuve con mi colegio. Nada especial.

Reí. - ¿Puedes adivinar con quién perdí mi virginidad? - alcé mi ceja

- No, no lo sé. ¿Con quien?

- Jisung.

El pecoso se echó para atrás y abrió los ojos como si fueran a salirse de sus órbitas.

- Así es, la perdí con él.

- Guau. Nunca pensé que fuera Han. Anyways, ¿cómo se sintió?

- Aprieta bien.

- Oh.

- De todas formas, debo ir a buscar un poco de ropa porque no sabía que me tendría que quedar con Han.

- ¿Quieres que vaya contigo? - esa pregunta me tomo por sorpresa. No sabía exactamente que responder. Lo único que sería por mi espina dorsal fue un angustiante escalofrío recorrerla.

- Ehhh... Claro. - dije con el ceño fruncido.

De inmediato, subí las escaleras (me salté como dos de ellas) hasta llegar a mi habitación. Sé que no debo dejar solo a Jisung por mucho tiempo, pero la llegada de Lee me tomó desprevenido. Ni esperaba invitados.

Al llegar, lo primero que hice fue abrir mi armario hasta encontrarme con las docenas de ropa que me gustan. Las agarré y las puse n un bolso (n, dos bolsos). Al terminar, los tiré hasta que llegasen a la puerta de la planta alta y baje las escaleras tanto como pude.

- Me asustaste. - dijo Lix con sus brazos cruzados.

- Perdón. - rasqué mi nuca. - Bueno, ya tengo todo preparado, ¿nos marchamos?

El menor asintió.

Lo agarré de la mano para llegar a la salida. Una vez allí, le dije que debe ir adentro del vehículo.
Él obedeció.

Un mes en celo      (binsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora