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Valeria.
Estaba mirando a la nada sumida en mis pensamientos, era uno de esos momentos de reflexión en el que te cuestionas el por qué de todo.
Mi principal preocupación en ese momento era lograr pasar el año con unas notas considerables, amigos, dinero y seguir viva hasta entonces.El timbre sonó y la profesora nos dio el permiso de salir no sin antes dejarnos más tarea, como si no fuese suficiente con todas las que tenemos.
—Valeria, ¿estás ahí?— Alexandra mueve las manos en frente de mi cara tratando de llamar mi atención.
Agarro sus manos para que deje de hacerlo y la arrastró fuera del salón donde nos esperan el resto de las chicas.
—Me quiero morir, maldita sea con todo este colegio de mierda, no vamos ni a mitad de curso y ya nos han mandado a estudiarnos hasta la historia del presidente de Senegal.— Aleska se sienta en las mesas del cafetín y todas la seguimos mientras escuchamos su charla motivacional de todos los días.
Saco mi envase con mi desayuno y una Coca-Cola, rebusco en el fondo de mi bolso hasta encontrar unas galletas y unos snacks.
—Sinceramente dudo que la mitad del salón llegue a graduarse, al paso que vamos, de 40 nos vamos 20.—Valentina rueda los ojos mientras estudia para la prueba de Italiano que tenemos luego del recreo.
Paola y Andrea solo escuchan atentas apoyadas en la mesa.
—¿Y si quemamos el colegio?—Todas volteamos al mismo tiempo a ver a Alexandra con mala cara.
—No Alexandra, no pienso ir presa antes de graduarme. ¿Vamos a caminar?—Me levanto después de preguntar esperando a que alguna venga conmigo.
—No gracias las sillas están muy cómodas.—Aleska pone mala cara y se aferra a la silla.
Me río y espero a las que seguramente si van a venir.
—Yo si voy, necesito con urgencia despejar la mente.—Andre se levanta y le deja su teléfono a Alexandra.
—Yo comparto la opinión de mi limoncito.—Alexandra abraza por los hombros a Aleska mientras nos despide con la mano.
—Flojas.—Paola rueda los ojos en juego y encaja su brazo con el mío.
—Hasta luego par de viejas.—Valentina le da un pequeño golpe a Aleska y ella la mira ofendida.
—¿Disculpa? Si quieres te recuerdo quién es la vieja de las dos cariño.—Rodó los ojos y se cruzó de brazos en su pequeño berrinche.—Hasta luego no las quiero ver niñatas.
Negando con la cabeza me dirijo al patio descubierto donde muchas personas juegan voleibol, otras básquet y otras fútbol. Nada fuera de lo común.
Mientras caminamos me vuelvo a enfrascar en mis pensamientos pero esta vez sobre lo patética que es mi vida amorosa y lo patética que soy yo.
Para ponernos en contexto voy a contar un poco mi increíble vida:
Estoy en clases hablando con Alejandro y Matthew sobre lo increíble que está siendo primer año para todos.
-Y cuando nos pusimos a cantar en medio de la clase de Inglés fue buenísimo marico.-Matthew me hace cariños en la cabeza ya que estoy acostada en sus piernas.
Porque obviamente me gusta, tal vez sea muy obvia pero creo que igual el no se ha dado cuenta.
El es simplemente increíble, es perfecto, y mentiría si no digo que ya nos imaginé en un futuro con hijos una casa y un hermoso hámster.

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El indicado
AcakCuando toda tu vida has fallado en el amor no puedes esperar saber mucho de el. Cada vez que pensé que sería el indicado resulta que estaba equivocada y en mi mente siempre pensé que era mi culpa, pero pronto descubrí que la culpa es solo de quien...