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Valeria.
Aleska nos mira sin expresión alguna, y ninguna de nosotras dice nada.
Valentina es la primera en pararse y abrazarla para después de separarse darle un cachetada.
—¡Auch! ¿Y eso por qué fue?— Aleska se soba la mejilla y mira mal a Valentina.
— ¿Por qué será?, es que no entiendo nada, ¿cómo se te ocurre hacer semejante estupidez?
Aleska solo rueda los ojos y se sienta a mi lado, pasa un brazo por mis hombros y se quita la gorra al igual que las armas.
—Hola a todas, ya les voy a dar el recorrido, solo déjenme descansar un rato.—Cierra los ojos y se apoya en el sofá
Alexandra se para y se le tira encima seguida de Paola y Andrea.
Aleska se queja y se las quita de encima con una patada.
— Malditas.— Les saca el dedo medio.
Me río y la abrazo yo también.
— Bien, hay algunas cosas que debemos aclarar, desde hoy no soy Aleska Müller soy Alisha Kozlova, trabajo en la FMAE y vivo en Londres pero estoy acá de visita. Vivo con mi hermano Caleb Kozlova alias Adrien que debo suponer ya lo conocieron, tengo dieciocho años y soy Rusa-Alemana.— Se levanta y nos hace una seña para que la sigamos.
— ¿Entonces nosotras también tendremos nuevos nombres?— Andrea se acerca a Ales...Bueno, a Alisha a preguntarle.
— No, solo yo, ustedes van a seguir con sus vidas normales con la diferencia de que van a tener guardias.
Nos empieza a dar el recorrido, la cabaña es bastante extensa, tiene un salón tipo oficina en donde trabaja Alisha, Dios suena raro llamarla así, bueno sigamos, tiene una biblioteca pequeña, un estudio de hacker donde trabaja Adrien o Caleb, la cocina, la sala, tiene una habitación de juegos, piscina, un jardín y por último las habitaciones, están en el pasillo, hay una principal que se encuentra al fondo de este, esa es la de Alisha, al lado derecho está la de Caleb, al lado de esta la mía y al lado de la mía está la de Andrea, del lado izquierdo está Valentina, al lado Alexandra y por último Paola.
Cada una entro a su habitación para descansar un rato, ya que en la noche vamos a un club, la habitación tiene su propio baño, una cama matrimonial con sábanas oscuras al igual que las paredes que son de un tono gris, el suelo tiene una alfombra negra súper suavecita, tiene un escritorio, una peinadora y un ropero gigante.
Me tiro en la cama y sin darme cuenta ya me había quedado dormida.
Al despertar Alesk...Alisha estaba en mi ropero, frunzo las cejas confundida.
— ¡Oh! Hola linda, estoy guardando la ropa que compre para que uses para ir al club.— Me muestra un vestido corto en color morado de satín, en el escote es recto y es de tiras delgadas.
— Está hermoso Ali gracias.— Le sonrío y ella me mira divertida.
— ¿Ali? Está bien, me gusta, ya me tengo que acostumbrar a mi nuevo nombre.— Ambas reímos y se despide para ir a dejarle la ropa a las demás.
Me levanto para ponerme el vestido, abajo de este están unos tacones del mismo color, me los pongo y luego voy a la peinadora para hacerme unas pequeñas ondas con la plancha que ya Ali había dejado acá. Me maquillo con lo básico y agarro el pequeño bolso blanco de Dior, al cual solo le meto mi celular, dinero y un mini gloss.
Llego a la sala pero ya no hay nadie, voy a la cocina pero tampoco, justo cuando voy a gritar Adrien entra en la cocina y me da un recorrido que me pone los pelos en punta, lleva su vista desde mis pies hasta que llega a mis ojos y solo me sonríe.

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El indicado
DiversosCuando toda tu vida has fallado en el amor no puedes esperar saber mucho de el. Cada vez que pensé que sería el indicado resulta que estaba equivocada y en mi mente siempre pensé que era mi culpa, pero pronto descubrí que la culpa es solo de quien...