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Adrien.

Me despierto cuando los rayos del sol me empiezan a molestar. Intento moverme pero un bulto pesado me lo impide. Abro los ojos y veo a Valeria abrazándome como si fuera un koala.

Sonrío al recordar todo lo que pasamos ayer, Valeria se había quedado dormida en el camino así que al llegar solo la cargue hasta su habitación, pero justo cuando me iba a ir, ella me pidió que me quedara, y honestamente yo también quería, así que dije ¿por qué no? Y aquí estoy, con un osito cariñosito aferrado a mi sin querer soltarme. La intento mover pero solo me aprieta más fuerte así que solo empiezo a acariciarle el cabello, aparto todos los mechones que están estorbando en su cara y los coloco detrás de su oreja. Ella se removió un poco pero solo fue para enterrar su cabeza en mi cuello, sonrío inconscientemente y también la abrazo.

Creo que después de todo podríamos tener una bonita amistad. Ella es una persona increíble aunque no lo crea, pero yo me iba a encargar de que ella lo sepa.

En ese momento la puerta se abrió y Ale solo entró al cuarto y se sentó en el sofá.

—No puedo más Adrien no puedo seguir huyendo, él está cerca lo siento respirándome en la nuca.—Se acuesta en el sofá y se tapa la cara con las manos.

Con todas mis fuerzas muevo al koala y ella solo me gruñe y se da la vuelta tapándose toda con la cobija. Me acerco a donde está Ale y coloco su cabeza en mis piernas sin hacer nada más ya que se que no le gusta mucho el contacto físico.

—¿Estás segura de qué esto es lo mejor? Es decir, sabes que podemos arreglarlo de otra manera.

Ella se destapa la cara pero sigue manteniendo los ojos cerrados.

—No es lo mejor pero si es lo más seguro, y si tengo que arriesgarme por salvar a los que amo sabes que lo voy a hacer.—Solo suspiro y me quedo en silencio.

Es inútil tratar de convencerla, así que solo nos quedamos así hasta que suena su alarma.

—Hoy tengo que ir a Arabia, intentaré hacer lo posible para acabar esto. Me voy por una semana, tendrás que cuidar a las chicas, solo traten de no quemar la cabaña ¿si? Sabes donde está el dinero por si acaso y si pasa algo urgente llámame. Te quiero, diles a las chicas que estoy trabajando pero no les digas nada de esto, solo inventate algo. À plus tard (hasta luego).

Me levanto cuando ella lo hace y la abrazo aunque se que no le guste.

—Cuídate, trata de mantener el contacto y no te preocupes por ellas, tenemos suficiente seguridad y voy a estar con ellas. No te preocupes por lo del trabajo yo veo que me invento. Te quiero Ale y por lo que más quieras trata de no morir, por favor.

Nos damos un último abrazo y ella se va con toda su seguridad. Suspiro al pensar la dificultad de todo esto, si ella se llega a ir definitivamente perdería mi brillo, a pesar de todo es la única que siempre estuvo ahí. Sonrío cuando nuestros recuerdos me llegan a la mente.

Estoy sentado en medio de un bosque gigante, llevo días tratando de salir pero no hay salida, es infinito. Venía en el carro con mi mami y mi papi, ellos estaban hablando y en un momento el auto se salió de la carretera y dió muchas vueltas, yo me salí del auto por una ventana rota, intenté abrir las otras puertas para sacar a mis papis pero ellos estaban sangrando mucho, así que corrí para buscar ayuda pero en eso el auto explotó, recuerdo que grite y llore mucho, pero sabía que si me acercaba podía ser peor. Se escucharon disparos desde muy cerca así que corrí con todas mis fuerzas al bosque, cuando ya estaba lo suficientemente lejos me senté en una roca. Arranqué un pedazo de mi ropa y me la puse en mi cabeza, eso hacían mami y papi cuando tenían una herida, y yo tenía una en mi cabeza y muchos raspones y moretones. Pasé como tres días en el bosque solo caminando, y aquí estoy, me estoy muriendo de hambre y tengo muchísima sed.

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