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Valeria.

Después de una semana llena de exámenes por fin es sábado. Me encuentro en mi habitación escuchando música mientras espero a las chicas para hacer pijamada.

El timbre de mi casa suena y salgo corriendo a abrir la puerta. Ahí están Valentina, Alexandra, Paola y Andrea.

—Hola lindas.—Miro hacia los lados buscando a Aleska pero no está.

—Viene en camino, acaba de mandar un mensaje por el grupo.—Andrea me informa al ver que la busco.

Les abro la puerta y antes de que hable ya todas han entrado y tirado sus cosas en los muebles. Ahora entiendo el dicho "la confianza da asco"

—Traje Doritos porque no hay nada mejor que eso para el desamor. —Miro confundida a Valentina, ¿de qué me perdí?

—¿No leíste el grupo?—Paola me mira con mala cara.

Pues contando con que estuve toda la jodida tarde en el celular buscando tareas y en clases de gimnasia no tuve tiempo.

—No, ya lo leo.—Entro en WhatsApp y lo primero que veo son los 705 mensajes del grupo.—No los pienso leer, olvídenlo.

En ese momento suena el timbre y sabiendo que es Aleska me aproximo a pasos despreocupados a la puerta dejando a las chicas en la sala.

Apenas abro me quedo con la boca abierta, porque joder Aleska está con un vestido de brillos blanco completamente pegado a sus maravillosas curvas y resaltando sus tetas, su cabello marrón casi negro en ondas y un maquillaje sutil pero que te dice soy la jodida reina, que envidia.

—Hola guapa, ¿qué tal?—Joder ¿no puedo ser lesbiana? Quizás así me vaya mejor en el amor.

—Todo bien ¿puedo saber porque vas así vestida?

—Es obvio, vamos a ir de fiesta al club de la esquina, resulta que el dueño es un amigo de hace años y me dijo que estaba invitada cuando quisiera con pase VIP.—Mientras habla se adentra a la sala y veo que todas tienen la misma reacción que yo.

Ella deja su cartera en la mesa principal y las bolsas de Prada, Dior y Louis Vuitton que llevaba en la mano en el sofá disponible.

—Bueno lindas es hora de convertirlas de vagabundas a jodidas reinas, porque vamos a ir de fiesta, pero primero hay que poner en contexto a la pequeña Val porque su cara me dice que no sabe nada.

Si bueno mi plan era comer, ver pelis y dormir, pero es obvio que esto es mucho mejor.

—Para hacerte un resumen Jean engañó a Paola con una de tercero y ella lo enfrentó y le dijo lo zorro que era, le dio una cachetada y lo mando a la mierda, después llegó la coordinadora y la expulsó por tres días y no va a poder presentar los exámenes de esta semana por culpa de ese cabrón.—Alexandra me pone en contexto mientras se llena la boca de Doritos hasta que no le caben más, que asco.

Hago una mueca al contemplar esa escena y miro a otro lado.

—Lo siento linda, sabes que estamos para apoyarte.—Y bueno ¿qué más le podía decir?

No sirvo para ser psicóloga, menos mal que quiero ser odontóloga.

Aleska nos da nuestros vestidos a cada una y nos arregla poco a poco tomándose aproximadamente seis horas.

Al final quedamos: Andrea con un vestido rosado que marca su cintura su cabello casi rubio y largo hasta la cadera perfectamente alisado, unos tacones altos que resaltan sus 1,80 metros y un maquillaje delicado como ella.
Valentina con un vestido negro corto su cabello marrón y corto alisado, unos tacones de punta y un maquillaje de infarto que le queda de puta madre.
Paola con un vestido azul oscuro que contrasta perfectamente con su piel morena y su cabello marrón con mechas rubias.
Alexandra con un vestido fucsia y sus rulos definidos se veía perfecta sus pecas resaltando con su maquillaje y unos tacones sutiles.
Y por último yo que joder debo admitir que por primera vez me veía lo suficientemente bien para aceptarme, traía un vestido verde esmeralda que combinaba con mis ojos, mi cabello en ondas, unos tacones del color de mi vestido y un maquillaje bellísimo.

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