𝘼𝙈𝘼𝙉𝙏𝙀 𝘿𝙀𝙇 𝘿𝙄𝘼𝘽𝙇𝙊 - duki + lit killah [𝙁𝙄𝙉𝘼𝙇𝙄𝙕𝘼𝘿𝘼]

08

Lloraba escondido en un baño, me aterraba de lo que Ignacio podía ser capaz se hacerme por Ivo, intente no llorar más pero no sabía que hacer, salí del baño con cuidado y ahogue un gritó al ver a Mauro parado enfrente del espejo.

— D: podrias darme tu alma a cambio de que lo maté —dijo— lo haría gratis, no me cae bien

— L: ahora no —dije— ya sabes lo que quiero y si no podes hacerlo por inútil, no es mi problema

Se acercó a mi y me agarro del cuello levantándome un poco.

— D: soy el rey del infierno, dueño de millones y millones de almas, no hay nada ni nadie más poderoso que yo —dijo y sonreí a pesar del dolor que sentía en el cuello—

— L: no sos tan poderoso si no podes traer una sola alma, gil —dije casi sin aire—

Me soltó y caí al piso.

— D: me caes bien nene —sonrió— platate así con él otro gil

Se desvaneció y él chico que me defendió entró al baño, me levanté y me lave las manos ignorandolo.

— Dam: hola ¿como éstas? —preguntó—

— L: bien —susurre—

— Dam: no te preocupes, es un pendejo de mierda sin amor —dijo sonriendome— ¿queres ir a comer algo? Están vendiendo media lunas

— L: te agradezco por defenderme —dije— pero si queres tener amigos no te pueden ver conmigo

— Dam: no me interesa ser amigo de esa gente —dijo— ¿vamos a comer medialunas?

Sentí una felicidad y un miedo indescriptible, asenti con la cabeza y fuimos al patio, nos sentamos a comer y a hablar un poco, él habló más, yo me limitaba a escucharlo y a contestar de a ratos.

— E: mira voss —dijo— hiciste un amigo Mauro ¿tambien escucha cosas como vos? ¿O ven fantasmas juntos?

— Dam: puede ser, estoy viendo uno adelante mio —dijo y me reí—

Matías nos tiro la bandeja de medialunas y cerré los ojos esperando un golpe, pero increíblemente, el golpeado fue Ignacio.

— Dam: no te me vuelvas a acercar —dijo después de pegarle una piña— al pibe tampoco

Ignacio se fue con su grupito y mire sorprendido a Damián.

— Dam: ¿siempre es tan gede? —preguntó y asenti con la cabeza— tranquilo, ese después del golpe no jode más

Me reí devuelta y suspire, me hacía acordar tanto a Mateo.