Ha pasado un día desde que llego al reino de los elfos del norte, ahora mismo nuestra liebre se encontraba saliendo de la habitación que se le dio en la casa yendo de camino hacia la sala del lugar, cubrió su boca del gran bostezo el cual fue imitado por su acompañante, Arathena estaba sobre el hombro del chico dando igualmente un bostezo grande debido al sueño que tenia.
Bell: fue un día muy movido ayer -dijo cansado mientras recordaba la fiesta que tuvieron ayer por su regreso-
Arathena en su hombro asintió mientras aun intenta despertar del todo.
Bell: ni se te ocurra volver a dormir jovencita -dijo en tono semi severo viendo a su "hija" adoptiva quien solo pudo asentir con un leve puchero-
Arathena: {papi malo} -reclamo con un puchero por que su padre adoptivo no le dejaba seguir durmiendo-
Bell: pues perdóname por si ser estricto a diferencia de Ryia quien solo se la pasa consintiéndote, aun recuerdo bien como escapabas con ella para que no te bañara, ibas a sus brazos llorando solo por eso y ella te salvada -la pequeña dragona simplemente rio nerviosa por eso, eso era realmente cierto- algún día tendrás una hermana y ella sera mi favorita -amenazo recordando que a su pequeña Vouivre en su otra vida, cosa que hizo que Arathena mirara a su padre con una mirada de traición-
Luego de eso esos dos se dirigieron a la sala en la que se encontraron con una mujer pelinegra de ojos dorados y orejas puntiagudas, usaba un vestido completamente negro con detalles de oro, tenia una estola sobre sus hombros de plumaje negro que se juntaba justo en su escote, usaba una tiara dorada con una cadena que sostenía una gema que estaba justo en el flequillo de su frente, en su espalda tenia unos tirantes de color negro con bordes dorados que caían cual cascada igual que su largo cabello negro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esta estaba ahora mismo hablando con su abuelo mientras que sin que su abuelo lo notara, ella y Leto se miraban de tal manera que seguramente sacarían rayos por sus ojos de lo intenso y malamente que se veían, era como si ambas tuvieran una gran rivalidad por alguna razón.
Bell: abuelo? -pregunto viendo a su abuelo hablando tranquilamente con aquella mujer elfa-
El dios al oír que lo llamaban volteo a ver que su nieto estaban viéndolo.
Zeus: Bell, es bueno ver que despertaste, aun cansado? -pregunto el dios a su nieto quien solo negó-
Bell: yo por mi parte no, pero esta pequeña vaga aun sigue sin despertar del todo -señala a Arathena quien no disimulo el enorme bostezo que dio-
dicha acción causo una pequeña risa en el dios y en Leto por eso, mientras que la elfa pelinegra solo miro esto con curiosidad.
???: por que tienes una cría de monstruo en tus hombros pequeño? -pregunto con gran curiosidad, era raro que un humano tuviera un vinculo con un monstruo, lo mas cercano que conocía era algo de cierto pelinegro que conoce-
