Amor y Dolor

4

CARLA

No estaba en posición ni de exigir algo ni de buscar otro trabajo, si Samuel quería hacerme el favor entonces claro que aceptare. Además también podre seguir con mi talento – el baile.

Aunque me daba cuenta que Samuel tenía otro objetivo, el me deseaba y mentiría si dijera que yo no a él. Era muy carismático y sexi, pero a la misma vez tenía una mirada muy oscura.

Desde que termine con Polo no me había sentido tan atada a un hombre, pero esto es diferente.

Esto no es solo negocio, sino también en el encuentro solución de mi mis problemas, o sea mi soledad.

Igual al fin terminamos en la cama, quien sabe... quizás no, pero no hay complicaciones.

-¿Y este casino y el hotel, eres heredero de todo eso? – cuestione

Su mirada se vuelve más dura, pasa con la mano sobre su cuello, se tensa.

-Lamentablemente sí, pero es mi vida, toda mi vida está aquí.

Supongo que esto tiene que ver con su padre, notaba que nunca tenían buena relación por lo que comentaba la primera vez que nos conocimos.

-¿Y de que murió tu padre?

Es algo de lo que no hablaba ni con Lu por el respeto ya que hace poco tiempo que hubo funeral.

-A ver, creo que ya fue suficiente, ya has gastado demasiado de mi tiempo, así que por favor toma el contrato y lo quiero firmado mañana mismo.

¿Qué le pasa?

-Bueno, no tienes por qué ser grosero conmigo, lo puedes decir normalmente.

Se acercaba hacia mí, entiendo que no soportaba que una mujer le tenga todo el control, pero yo tampoco soportaba a un hombre que me controla.

-Te explicare las reglas de nuevo, preciosa... - se inclina más hacia mí, lo suficiente para poder oler su aroma perfecta - ... tu a mi no me conoces, tampoco vas a llegar a conocerme, es simple y por favor, espero por lo menos un poquito de respeto de tu parte.

-Yo a ti si te conozco – susurro

-¿A, si? ¿Y cómo?

-Ya me habías dejado muy claro que tu solo follas, no andas de noviazgo o relaciones sentimentales. Quieres creer a todo el mundo que eres cruel y emocionalmente inaccesible o igual si lo eres, pero entonces de hecho eso solo te hace ser imbécil.

El sonríe.

-Bueno, y tu a mi no me engañas, que a ti no te gustan hombres sentimentales ni nada, tu quieres a alguien que se acerca a ti – dice al cerrar poca distancia entre los dos - ... y decirte una y otra vez que quiere hacerte suya, que despierta todo en tu interior como lo estoy haciendo yo ahora – susurra en mi oído

Hijo de puta.

Lo peor de todo es que dice la verdad.

-Si quiera, pueda darte el mejor placer del mundo, pero no quiero... entre tú y yo nunca va haber algo.

Vaya.

Así no decía la primera vez que nos conocimos, supongo que él cuando conozca a una mujer cambia rápidamente.

Se inclina aun más, antes de que yo pueda dar vuelta o algo de repente me besa en labios profundamente. Era tan pasional que me sentía como si estuviera perdiendo el pulso, joder.

-Tú y yo no vamos a follar, ni ahora ni nunca – susurra

¿Qué mierda le pasa?

¿Por qué me besa entonces?

-Y me besaste porque...

-Porque pude, para que veas que yo hago lo que quiero y deseo.

Joder.

Me irita este pensamiento raro que me hace pensar sobre él, pensar en beso que acaba de darme, en cosas que dice o hace, simplemente nada tiene sentido, pero de nuevo no dejo de pensarlo cada vez que duermo por las noches.

-Nos vemos mañana, no llegas tarde – decía