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CARLA

Otro beso.

Este hombre solo busca provocarme, pero no sabe que yo sé jugar este juego mucho mejor porque desde que rompí con Polo poco me importan relaciones sentimentales.

-¿De nuevo lo hiciste?

Me mira confundido, pero de repente sonríe de manera carismática.

-Vete acostumbrando, Carla... yo beso a muchas mujeres, no significa que quiero acostarme con todas.

-Bueno con todas no, sino solo con tus secretarias.

El cambia la cara, pero sabía bien que yo hablaba de Ari.

-Tenias razón cuando lo dijiste aquel día... yo no ando de relaciones, solo follo.

-Lamento mucho que tengo que trabajar con un hombre que simplemente es tan infeliz – dije sincera

El pone cara seria.

-¿Qué te hace feliz, Samuel? ¿Alguna vez has estado enamorado?

-No – dice, cansado

-Claro, por eso das lastima.

El se ríe.

-Bueno, ¿y tú qué? A ver, preciosa, dime... ¿ese anillo que llevas en la mano es un regalo de ex novio que te había engañado o simplemente había roto contigo? – dice de manera cruel

Imbécil.

-Si, me dejo aunque prometió volver.

-Vaya, que mierda, ¿no?

-¿Qué sabrás tu si nunca has estado enamorado?

-Presiento que sigues pensando en el, que patético – se ríe

-Sal de aquí – dije muy molesta

No soporto hombres que son idiotas como lo era Samuel, uno es que estábamos jugando este juego de querer mantenernos alejados uno del otro pero a la misma vez deseábamos estar cerca, pero algo muy distinto era que él estaba diciendo cosas como estas, no tenía ningún derecho.

-Joder, perdón... es que, perdóname, a ver... déjame quedar y así podríamos ver alguna película o algo.

No sabía que pensar de eso, ni de lo que realmente tenía en mente.

-Está bien, pero dame unos minutos para vestirme.

Desde que me volvió besar y también hemos discutido, olvidaba de que solo llevaba una toalla.

-Carla, no me miras así - dice al fijar mirada profundamente en mis ojos

-¿Tanto te molesta?

-Mira, lo mejor que puedes hacer es mantenerte alejada de mi, créeme que lo digo por tu bien y el bien del negocio, ¿si?

Su boca dice una cosa y su ojos totalmente distinta, pero los dos sabemos que no vamos a poder seguir con esta tensión sexual por mucho tiempo.

Amor y DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora