5

82 7 0
                                    

SAMUEL

Después de unos días me encontré entre problemas con Ari porque era una mujer que simplemente buscaba pasar el resto de su vida conmigo cuando yo dejaba muy claro que solo es sexo y también por otro lado tenía que soportar que Carla se estuviera convirtiendo en cosa más interesante del lugar, todos hablaban de ella y su baile.

Esta mañana encontré Nicolás, un viejo socio mirándola y admirando su trabajo.

-Samuel, te lo ruego, tenemos que terminar esta conversación – decía Ari al estar siguiéndome

-No mas, no sigas con esto, lo que sea que hubo entre tú y yo ya no existe.

-¿Seguro que quieres hacer eso?

-¿Me estas amenazando?

-Tú deberías saber mejor que nadie de lo que estoy capaz.

Ella sonríe malvadamente y se aleja de mí.

No soportaba estar aquí y viendo como Nicolás se atreve coquetear con trabajadoras, es un idiota.

Por la noche decidí darle una visita a Carla, pero para gran sorpresa en su piso encontré Nicolás junto a ella.

-¿Qué haces aquí? – dice ella

-Visitándote.

-Bueno, supongo que nuestra cita termino – susurra el

¿Cita?

¿De qué coño habla?

-Estábamos hablando sobre el trabajo, tú mismo sabes que yo sé muchas cosas sobre el baile, ¿no? – dice el

-Si, me lo imagino – susurro intranquilo

Nicolás se fue y Carla camina hacia cocina tomando un vaso de agua.

-¿Qué estaban haciendo?

Ella me mira incrédula, como si le hubiera preguntado la cosa más rara del mundo.

-Mejor que no lo sepas – susurra sonriéndose

-Supongo que nada porque lo habías rechazado, ¿no?

-¿Y cómo lo sabes?

-Ningún hombre huye así de fácil de una mujer, al menos que ha sufrido un rechazo.

Entra al baño, yo la seguía, me miraba atreves el espejo.

-Deja de mirarme así – dije molesto

-¿Cómo?

-Tentándome.

Ella quita su vestido quedando en ropa interior, no podía respirar cerca de ella.

-Estas confundido, me aburres... y ahora con tu permiso, me voy a duchar.

Aunque debía, no me movía sino sigo con mirada fijada hacia ella.

-¿Qué pasa? ¿Me vas a seguir mirando incluso cuando este desnuda?

Joder.

Entro en el salón esperándola, en cuanto sale con toalla rodeada sobre su cuerpo no podía controlarme.

-Sigues aquí, supongo.

-Esperándote.

No sé porque, pero no quería controlarme, camino hacia ella poniendo mano sobre su cuello besándola en labios casi de la misma manera que la vez anterior.

Explorando sus labios, era el beso más erótico, joder.

Pero claro que no quiero que pasa algo mas allá del simple beso, no puedo... no debía.

Por eso, cuando me aparto de ella me mira confundida, como si estuviera esperando explicación.

Amor y DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora