Capítulo 04

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Miércoles

Decidimos salir juntas otra vez.La cuidad de Madrid estaba hermosa, cada día sentía que vivir en este país fue la mejor decisión que tomó papá.

Las calles, las tradiciones, los lugares, la vida aquí es fascinante.

Tener nuevos amigos aquí me reconforta y ahora sí que no quiero irme, tengo mucho aquí en Madrid como para dejarlo de la noche a la mañana.

Aparte no tendré que irme si a papá le va bien, y si, le va de maravilla.Es un empresario prestigioso, un buen negociante.

Salimos ambas, caminamos y después un rato vimos un puesto de perritos calientes porque decidimos que no queríamos comer en un restaurante.Nos paramos en el puesto de perritos y escuchamos al señor dependiente hablando por el móvil.Señor que tiene unas pintas que parece por las facciones de su cara molesto todo el tiempo.Creo que aunque sonriera se notaría poco la diferencia.Hombre de ojos azules, cabello negro, alto y relajado.

—Entiendo pero yo no puedo dejar mi puesto de perritos sólo aquí, ¿necesito contratar a alguien no?..bueno hasta luego.—al momento colgó la llamada.

¿Es demasiada coincidencia?

Es raro tener tanta suerte en un mundo como este.

Kate y yo nos miramos con gran complicidad pero decidí hablar yo:

—Señor ¿nos contrata a nosotras?—le pusimos cara de angelitos.Y ni cortas ni perezosas aprovechamos esa oportunidad, probablemente y sonaría muy indiscreto pero decidimos arriesgarnos.

—¿Qué les hace pensar que las necesito?

—Escuchamos lo que dijo en la llamada, por favor estamos desempleadas.

—Bueno yo no voy a estar por un tiempo, así que las contrato pero mi sobrino será quien se encargue de el dinero.Mañana empiezan.Si noto algún fallo, estáis despedidas, habéis jugado con suerte.

—Está bien...¿señor?

—Alain...

—Alain le aseguro que haremos un buen trabajo y su sobrino no se arrepentirá.

Jueves, 7:00am

Hora de ir al trabajo.

Salí de casa de Luka.Ya había desayunado unos panqueques.Caminé hasta que llegué al puesto de perritos calientes, ahí ya me esperaba mi amiga que había llegado más temprano.

—Hola Thali ¿lista para trabajar?—me pregunto Kate con una gran sonrisa.

—Lista, sólo hay a esperar que vengan clientes.

9:00am

Nos pasamos 2 horas esperando que alguien llegará a comprarnos un mísero perrito.Y no llegaba casi nadie.Al poco rato se aproximó alguien al puesto.Era un chico guapísimo, alto, de cabello negro y desordenado y con unos ojos de un color azul casi gris.Vestía con un pantalón ajustado ,unos zapatos que parecían bastante caros, una camiseta negra y una chaqueta de cuero .

—Hola ¿me da un perro caliente?—dijo con una sonrisa encantadora.

—Claro—dijo Kate porque yo estaba un poco embobecida mirándole.

—Aquí tiene.

Alegres por nuestro primer cliente no nos dimos cuenta de que él seguía allí al frente de nosotras.

Le pregunté si se le ofrecía algo y respondió:

—Si.Necesito saber sus nombres.

No teníamos ni la menor idea de porque nos preguntaba nuestros nombres pero respondí:

Oscuras Mentiras [Terminada] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora