The Black Heir - Arcturus Orion Black

8. Bullicio

* * *

Emily cogió el gorro mientras Black se empezaba a ir junto a su grupo de amigos. Ese chico nunca dejaba de sorprender. Bajó la mirada para ver el gorro, claramente de Slytherin, iba a ser raro, bastante raro, que llevara la sudadera de Gryffindor y el gorro de Slytherin, pero realmente tenía frío, y no sacrificaría su salud por eso.

Se puso el gorro en la cabeza, tapando un poco de su pelo rubio, y no hizo falta más de unos segundos para que sus orejas comenzaran a calentarse. El gorro ya estaba caliente por el calor corporal de Black, agradeció eso. El gorro también olía a él, claramente. Olía a una mezcla entre montaña y vainilla, aunque no lo admitiera a Emily le gustaría saber qué se echaba para oler así; ese olor era más... ¿misterioso, integrante, acogedor?, que su perfume de lirios.

- ¿Qué haces con un gorro de Slytherin, Emily? - Preguntó confusa Olivia mientras se acercaba a su amiga, también vestida con cosas de Gryffindor.

- No congelarme de frío, eso hago. - Respondió Emily mientras volvía a frotar sus manos para calentarlas y le dedicaba una sonrisa a su amiga.

- ¿Cómo conseguiste un gorro de Slytherin? Si ya nos costó que alguien nos dejara su ropa de Gryffindor. - Preguntó curiosa la pelinegra. Ya le había costada tener unas pocas prendas de Gryffindor, convenver a un Slytherin de eso debería ser más difícil.

- No me vas a creer... - Emily soltó una pequeña risa irónica entre labios. - Me lo dio Black.

- ¿Le pediste un gorro de Slytherin a Black? - Sonó aún más confusa Olivia.

- Choqué con él y me lo dio. - Concluyó Emily.

Olivia parpadeó un par de veces, como si le acabaran de decir la cosa más ilógica del mundo.

- ¿Hablamos del mismo Black o Arcturus Black tiene un hermano que no conocía hasta el momento?

- Créeme que yo me pregunto lo mismo, Olivia. - Concluyó Emily.

***

El partido iba igualado, la tensión se notaba en cada asiento de los gradas, en cada persona levantada gritando por animar a su equipo. Olivia se dejaba la voz por Gryffindor; hacía poco que conocía el Quidditch pero lo amaba con toda su alma ya. Emily observaba cada gran jugada ocurrida e iba opinando del partido a la vez que explicaba alguna que otra cosa a su amiga.

"¡Mira, a los pelirrojos de Gryffindor! ¡Son golpeadores, y llegaron justo a tiempo para salvar a uno de los cazadores de Gryffindor de un buen bolazo!"

"¡Mierda! ¡Un paradón de Slytherin! Nos hubiera venido bien esa ventaja en el marcador."

"¿Ves al chico pequeño de Gryffindor? El buscador. ¡Es su primer partido y parece que está persiguiendo la snitch ya! ¡Vamos, Potter! ¡Atrápala!"

En la grada contraria, un chico pelinegro se llevaba las manos a la cabeza mientras le decía a su primo "¡Por Salazar! ¿¡Quién elegió a este buscador!? ¡Potter lleva detrás de la snitch minutos y este idiota sigue contando mariposas!". En cambio, Draco miraba envidioso a Potter, respondió entre dientes: "Igualmente, ese Pottah no puede coger la snitch, aprendió a jugar Quidditch hace semanas, ¡ni debería estar ahí!"

Pero, como todos los Gryffindors querían, tras un método un poco raro, Potter terminó ganando los 150 puntos que otorgaba la snitch, vomitando la snitch. Gryffindor había ganado el partido contra Slytherin. El campo estalló en gritos de alegría, y caras asqueadas de las serpientes.