› En el colegio, Taeyong y Ten son dos estudiantes ejemplares. Fuera de este, mantienen una peligrosa doble vida criminal de la que nadie puede enterarse.
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· Inspirado en el Kdrama original de Netflix.
[ adaptación personal...
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Taeyong se adentró por uno de los muchos callejones del bullicioso centro de la ciudad y a lo lejos vió una van negra la cual reconoció al instante, entonces se acercó y subió.
—Buenas noches, señor Yang...
—Buenas noches, señor —contestó el hombre barbudo.
—Hace tiempo que no nos veíamos las caras.
—Mjmm —el mayor asintió —Me comentó Kamado que está en la misma clase de MingMing...
—Sí, para mi desgracia —Taeyong sacudió la cabeza desanimado —Hablando de ella, vamos al grano, ¿Sí? No es muy seguro por aquí y podrían vernos...
Yang asintió de acuerdo y sin perder tiempo entregó el mismo sobre de antes a Taeyong para que este revisara el dinero e hiciera lo suyo.
—Resta la parte que le dí a ella por el inconveniente.
Taeyong asintió.
—¿Y entonces qué fue lo que sucedió?
—Ese tipo... —Yang suspiró — Ese psicópata obsesionado con MingMing quizo probar cosas nuevas que a ella no le agradaron. Sinceramente me queda la duda de si se trataba de una sesión de BDSM forzado o si sería algo que pasaría a mayores ya que encontré una navaja y encendedores en el lugar...
—¿Cómo la encontraste a ella? —continuó preguntando el castaño, concentrado en lo suyo lo cual era sumar y restar wones.
—Ya sabe... Estaba con el señor Cho cobrando la última cuota del fin de semana pasado y entonces comencé a recibir la notificación de auxilio. Marcaba el distrito de Gangseo y estaba en Mapo así que conduje rápido y por suerte ya conocía el edificio en donde estaban. Estando afuera recibí una llamada de Ming, se escuchaba agitada. Lo que pudo decirme fue que había golpeado al tipo para lograr encerrarse en el baño y me dijo el número de la habitación, así que subí por las escaleras de emergencia tan rápido como pude, entré al cuarto, cobré el dinero y me encargué del tipo, luego la ayudé a salir.
—¿Cómo los de la recepción no se dieron cuenta? —el castaño arrugó el ceño.
—El tipo de la recepción es un hombre panzón que se la pasa comiendo y viendo su teléfono.
Taeyong soltó un fuerte suspiro.
—Bien... restando la compensación de MingMing, el dinero está completo —comentó Tae guardando el sobre en su mochila —Por suerte todo salió bien después de todo y ahora ella está bien... Me llevé un buen susto. Pasaré el informe al jefe y le entregaré el dinero. Gracias por su trabajo, señor Yang.
—Señor, ¿No cree que esto de tener a MingMing en la organización seguirá siendo un lío para todos?
—¿Por qué lo dice? —cuestionó Taeyong conteniendo su intensión de bajarse del auto.