LA PELOTA DE TENIS

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CAPÍTULO 1

Estoy en mi habitación, Sentada en mi silla y sobre mi escritorio, haciendo las tareas de matemáticas .

Hoy tenía planeado ir a la biblioteca con Luna para hacerlos pero mi madre está enferma y no puedo dejarla sola, escepeto cuando me toca ir a la escuela.

Mi escritorio está frente a la ventana y esta está abierta. El sol se asoma a ella iluminando mi habitación sucia y desordenada como de una niña de siete años.

Es que da tanta pereza arreglarla

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Es que da tanta pereza arreglarla. Además no tengo tiempo para hacerlo porque tengo mucho trabajo por hacer. El próximo año me graduo y quiero irme a la universidad. Así que trabajo de sábado a domingo en la cafetería que está cerca del parque y los lunes a viernes estudio para los exámenes. Y de momento estoy cuidando de mi pobre madre enferma , una escritora no muy conocida en el país ni a otro lado del mundo .

De repente me golpea una pelota de tenis en la frente mientras estoy escribiendo. Esta se cae al piso y se va bajo mi cama.

Me levanto y miro debajo, lo observo y me toco la frente.

¡Auch!

Me duele.

¿Quién ha hecho semejante cosa?

Retiro la pelota bajo mi cama y me levanto. Me acerco a la ventada para ver quién ha sido el afortunado en lanzarme una pelota de tenis en la cara.

¿ Tú?

_ ¿Me lo entregas?

Es mi vecino de a lado Daniel Parker. Un chico con el que me dejé de hablar a los seis años por varias razones.

No lo soporto. Es el típico niño pijo y mimado. Se cree el rey de todo solo porque sus padres tengan mucho dinero. Es inteligente pero maleducado al mísmo tiempo. Pero es guapo y atractivo , lo cuál no pega con su conducta ni sus costumbres. Imbécil.

_ ¿ No te sabes dusculpar?_ pregunto poniendo una mano sobre mi cintura y con la otra sujetando la pelota de tenis.

_¿ Disculparme por qué?_ el arrogante niño rico pregunta como si no hubiese pasado nada _ Pasanos la pelota.

_ No.

Respondo sin rodeos.

_¿ Y eso?_ pregunta enojado.

_ No verás más tu pelota hasta que te disculpes conmigo .

_ Estás hablando en serio

¿ A caso te parece una broma , maleducado?

_ A demás tus padres tienen mucho dinero, puedes comprarte cuantas quieras _ digo burlandome.

_ Eres estúpida _ dice apretando su muñeca como si quisiera darme un puño.

_ Tío déjalo y comprate otro _ le dice su amigo.

_ ¿ Vas a pegarme como cuando eramos niños?_ pregunto dese lo alto de mi ventana _ Ya no soy una niña idiota. Si quieres tu pelota pideme perdón _ repito.

_ ¿Y si no quiero?_ pregunta molesto.

_ Sólo son dos palabras " Lo siento ", No te llevará toda la vida _ digo.

_ Más quisieras _ dice alejándose y dirigiendose a la puerta trasera de su casa dejando sólo a su amigo en su patio trasero .

_¡ Pues comprate uno nuevo ¡_ exclamo.

Su amigo se va corriendo tras él.

Daniel y yo fuimos amigos cuando eramos más inocentes, osea niños. Jugábamos juntos, íbamos al colegio juntos hasta que me arté de su maldita costumbre de niño pijo . A los siete años dejamos de ser amigos porque me quitó mi muñeca de trapo y la cuál nunca volví a saber de ella.

Es solo un chico pijo que no dejs de atormentarme.

DANIEL PARKER

_ ¿Ella no es tu ex mejor amiga?_ me pregunta Lucas.

_ La odio _ le digo quitándome la camisa de tenis , está llena de sudor _ no la soporto.

_ ¿ Por qué?_ pregunta de nuevo.

_ Pues porque sí.

_¿ No crees que esa no es una respuesta lógica?

_ ¿ Y tú no crees que estás haciendo muchas preguntas?_ le pregunto molesto.

Me dirijo a mi ventana de vidrio y observo la de Amanda, sólo se puede ver su cabello castaño, el cuál brilla más por la luz del sol . De repente eleva la cabeza , ahora su mano, me está enseñado la pelota de tenis. No puedo leer sus labios pero supongo que dice que la pida perdón. Imposible, eso no puede pasar ni por encima de mi cadáver.

Es sólo una niña llorona que no deja de atormentarme .

_Puedes comprarte otra pelota. Puede quedarse con esa, además ya era vieja _ dice Lucas comuendose una manzana que acababa de coger en un plato sobre mi mesa.

_ No quiero otro _ digo enojado _ voy a ducharme.

Salgo de mi cuarto y me dirijo al baño a darme una ducha después del partido interrumpido por una llorona. La odio tanto. No me arrepiento de haber dejado de ser su amigo

ME ENAMORÉ DE TÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora