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Jungkook y Jimin habían hecho el amor toda la noche, y el mayor podía asegurar que aquella velada se convertiría en la mejor de toda su vida.

De todas las experiencias sexuales que había tenido anteriormente, ninguna se comparaba con la fantástica noche que había compartido con el menor.

Su novio realmente era perfecto.

Jimin, por su parte, nunca se había sentido tan bien; tener relaciones con su amado profesor fue incluso mejor de lo que alguna vez había imaginado.

Después de aquella noche, no quedaba ninguna duda de que ambos estaban hechos el uno para el otro.

El menor se apoyó en el pecho de su profesor, dándole suaves caricias. Se sentía feliz de poder estar con él, de aquella manera, aunque se sentía nervioso por lo que estaba por venir.

— Gracias por lo de ayer…  y por hoy — sonrió y besó la punta de la nariz del mayor.

— No debes porque agradecer cariño… —Lo miro fijamente — te quiero.

Había dicho aquello con el corazón a mil, aunque hubiera querido decir “te amo", sabía que debía esperar. Apenas tenían un día de novios, no podía estar ya confesando todo su amor. ¿O sí?

Él no sabía y eso lo ponía nervioso, claro que lo estaba disimulando. Aunque estaba claro que "te amo" no era algo que debía decir algo.

— Yo también te quiero.

Dijo Jimin con una sonrisa, para cerrar sus pequeños ojitos y quedarse dormido. El mayor solo pudo sonreír ante aquello, acarició su espalda.

Sintiéndose muy feliz y afortunado, no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado ese día.

Miro el rostro de su pequeño novio.

«Oh, Jiminnie, no sabes cuánto te amo, pequeño, y lo feliz que me has hecho al darme el privilegio de ser tu pareja, te prometo hacerte feliz, sin importar qué»
Pensó Jeon, sin dejar de sonreír.

>>>

Al día siguiente.

Jimin fue el primero en despertar, se removió, abrió sus ojitos poco a poco e hizo un puchero al sentir sus ojitos querer cerrarse otra vez.

Cuando por fin despertó, una sonrisa se plantó en su rostro, al ver cómo su profesor lo abrazaba por la cintura y tenía una de sus piernas sobre su abdomen.

Lo miró con atención, se veía tan bonito, durmió, río al sentir leves ronquidos.

No podía creer lo que estaba pasando, Jungkook. Jeon Jungkook era su novio, aquel hombre del cual se estaba empezando a enamorarse.

Y no podía ser más feliz, por esa causa.

Lo miro y acaricio su mejilla con dulzura. Se mantuvo viendo al mayor dormir durante unos minutos, tomó su celular con cuidado de no despertarlo y le respondió algunos mensajes a su madre, la cual no dejaba de escribirle.

Ella le estaba preguntando qué tal estaban y si la estaban pasando bien.

Él solo le había dicho que estaba muy feliz. No sabía cómo le iba a decir a su madre, que Jungkook, su profesor de literatura, era su novio.

Suspiró y soltó una risita al sentir besos en su cuello, acarició los cabellos del mayor con su mano libre.

Ambos se miraron fijamente y tontas sonrisas aparecieron en sus rostros.

— Buenos días, dormilón — dijo Jimin y besó su mejilla.

— Buenos días, mi amor, ¿En qué tanto piensas? ¿Eh? ¿Dormiste bien? ¿Te duele algo? ¿Tienes hambre? ¿Te ha…?

TEACHER い KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora