Destructores y Creadores.

Capítulo 23: El progreso y sus consecuencias.

Muy buenas, chicos, y chicas. Acá estamos devuelta con este buen collab que nos esforzamos para hacer crecer.

Tengan en cuenta que por lo que hemos visto, lo que es la historia como que nos estamos tomando demasiado en avanzar con el tema, así que nos vamos a tomar un poco de libertad para adelantar un tanto las cosas, pero no se preocupen, tampoco será mucho como para que no se pierdan de nada, tanto de mí como de mi buen compañero The_Real_Karu.

Así que, sin más preámbulo, los dejo con el siguiente cap de esta historia, la cual espero disfruten tanto como nosotros al escribirla.

Buena lectura, nos vemos abajo, y.... ¡¡¡GOZENLA!!! XD

______________________________

Tras los sucesos que habían ocurrido en la noche anterior, en los dominios de cierto dalmata, Henry ahora se encontraba apoyado en su escritorio con embos brazos, mientras que en frente de él se encontraban los por así decirlo; 'documentos', que Carter le había dejado de última instancia antes de ser capturado otra vez.

Sin embargo, lo que realmente le molestaba, no era la poca información que tenía para demostrar lo que su amigo quería, sino que ahora tendría que encarar a todos los gobernantes que se presentarían en aquella reunión, cosa que no eran pocos, sin mencionar la razón que tendría que darles a estos para excusar que amigo no podía presentarse, OTRA VEZ, y rogar que los gobernantes no piensen que los estaba tomando de tontos. Aunque por lo menos no tenía que inventarla, y tampoco estaría tan solo contra esas fieras.

Aquello último lo hizo acordarse de los mercenarios, y de que también tendría que ocuparse de ellos, así como pagarles por su servicios después de que todo terminara, aque tampoco fuera un problema dado a su estatus social. Por otro lado, mirando a través de una ventana en su estudio, se percató de que el sol estaba en su punto más alto, sinónimo de ya ser la hora para su partida a la gran ciudad de Valenor. Así que recogiendo todo y guardándolo en un especie de mochila, Henry se dispuso a salir de la sala en busca de los mercenarios.

Y en el transcurso, mediante pasaba por una de las plantas del segundo piso, pudo ver los resultados del enfrentamiento entre aquél guerrero con la máscara de calavera, y el resto de mercenarios; encontrando así varias de sus telas decorativas rasgadas o cortadas, jarrones rotos, o incluso algunas secciones de los muros hasta agrietados, producto de un golpe, o estrellar algo contra estos. Todo mientras sus sirvientas trabajaban para arreglarlo lo mejor que podían.

Henry dejó salir un suspiro, y bajó por las escaleras a la planta principal, seguido de salir al exterior. Y no muy lejos a la distancia, estarían un par de carruajes esperándolo, junto a una buena cantidad de guardias que vendrían con ellos como escolta, sin mencionar a los mismos mercenarios que vendrían con él, aunque el estado de estos no era el más adecuado para entablar pelea a una posible emboscada, y las diversas ventas en sus cuerpos era un atisbo de ello, sobre todo Enzo, que tenía que moverse con muletas porque 'alguien' le había dislocado la rodilla, o Bernuz con uno de sus brazos, presentado un cabestrillo improvisado con una tela. Pero el peor de todos sin duda era el mismo Moxayloz, estando casi en su mayoría cubierto de vendas, y subido a una de las carrosas.

Acto seguido, llegando a la gran entrada y salida de su mansión, el noble dejó a cargo a su sirviente de confianza antes de mirar a cada uno de los mercenarios.

"¿Bueno, están listos para irnos?", preguntó el dalmata, llevando sus dos manos detrás de él.

"Más que nada, ansiosos. Ya no nos sentimos tan seguros aquí como antes...", comentó el comejo con algo de molestia, solo para recibir un ligero codazo por parte de la única miembro de su grupo, al mismo tiempo que algunos de los guardias le dedicaron una fugaz mirada desaprobatoria.