Capítulo 11: Consecuencias ajenas.

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Bueno gente, después de un larguísimo tiempo sin tocar esta historia, por fin puedo decir que la actual cuenta de mi compañero The_Real_Karu está a salvo de que la vuelva a perder. O por lo menos eso quiero pensar.

Como sea, ya que ha pasado práctica más de un año desde nuestra última actividad con este collab, les aviso que probablemente no suba un capítulo tan largo o repleto de contenido a los que estoy acostumbrado a publicar, puesto que tengo que volver a ajustarme a la vibra de esta historia.

En fin, sin nada más que decir, espero que disfruten del cap como yo en haberlo escrito, nos vemos abajo, y que lo disfruten!

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[Búnker]
[Veinte minutos después]
[P.O.V Tercera persona]

Una cruda sensación de pesadez inundaba el sistema del líder mercenario, mientras sus ojos se iban abriendo lentamente para ser recibidos por una directa luz blanca a sus córneas, motivo por el que al instante decidió cerrarlos otra vez por temor a quedarse ciego. Sin embargo, al momento en que volvió a abrirlos una vez más, pudo divisar una momentánea sombra cubrir aquella luz, antes de que otra se sumara a la primera desde el otro lado.
En ese momento unas amortiguadas voces se escucharon, sonando algo parecidas a las de ciertos seres que se había encontrado de camino, junto a otra más que no pudo identificar. Pero en medio de su aún aturdimiento, su cerebro logró conectar lo suficiente como para recordar los hechos que vivió desde que aceptó el trato con el líder de los topos, hasta que llegó a aquel momento en el que prácticamente esos seres los noquearon para llevarlos a quien sabe donde, y hacer cosas que este ni quería imaginarse.

Con un gruñido de pesadez, forzó sus ojos a que se acostumbraran a esa luz, consiguiendo así que poco a poco las imágenes se fueran volviendo más nítidas, pero no lo suficiente como para decir que ya podía ver bien.
Las voces también de a poco se tornaban en mayor medida de una forma más clara, llegando a un punto en el que pudo identificar a quienes les pertenecía.

"¿No creen que sería mejor tenerlos amarrados?" Preguntó una de las voces, presumiblemente a la Mary.

"La cosa es obtener la mayor cantidad de información posible, y apresarlos a la camilla no ayudará con la tarea" responsable otra voz, pero con la diferencia de que esta no pudo reconocer, tal vez otro integrante de estos seres?.

Los ojos del gran lobo se abrieron en mayor medida, divisando claramente tanto a Mary como Terrents ablando entre ellos, eso hasta que el argentino se percató de inminente despertar del antropomórfico, girándose hacia una dirección, y avisar a alguien más. Acto seguido, este miró por sobre los dos humanos, viendo un extraño techo con una lámparas de algún tipo, pero no las de aceite, sino de un tipo de flama blanca encandecente, y que no parecía dar signos de apagarse o reducir su intensidad. Luego de eso, el líder mercenario giró su cabeza a los lados, notando el extraño entorno esterilizado de un avanzado laboratorio, y un especie de cristal rodeándolo todo.

Ahora sus sentidos iban ajustando más a la realidad, y no era algo precisamente bueno en sí, ya que una sensación de alarma le comenzó a impulsar su cuerpo a levantarse, por lo que a duras penas consiguió levantar la parte superior de su cuerpo, cuando un agudo dolor se presentó en su hombro. Moxaylos, o 'Mox' como sus conocidos los llamaban, giró su cabeza hacia la zona afectada, notando así como tanto su hombro como parte de su torso estaban cubiertos por un nuevo conjunto de blancas vendas, siendo una mancha de sangre algo oscura resaltando en dichas telas la única prueba de que su herida se mantenía abierta.

"Yo que tú no me movería, hace apenas unas horas que te trataron del todo" comentó Mary, ganándose por un momento la atención del contrario, antes de girarse ahora al familiar de esta.

Destructores y Creadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora