CAPITULO X

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"¿Un club nocturno?"- Repetí. -"¿En serio?"
-"Sí, en serio."- respondió, poniéndose una camiseta ajustada. Yo iba a discutir el punto, pero luego me dijo: -"No podemos salir juntos allá en casa. No puedo bailar contigo, no puedo ser visto contigo por el trabajo. Pero aquí si podemos."
No podía discutir con eso. Conseguimos un taxi y Jimin dio las direcciones, le pregunté cómo sabía dónde ir.
-"Le pregunté al portero."- dijo, como si debiera haber sido obvio. Luego
agregó: -"El que te mira cada vez que pasas por delante."
-"¿Me mira?" Jimin se rió de mí.
-"Debes hacerte un examen de la vista."
-"Mis ojos están muy bien."- le dije con indignación.
Me tomó la mano y me dio un apretón.
"La mitad de los hombres que caminan a nuestro lado te miran, y no tienes ni idea."
Nos detuvimos donde Jimin había dado instrucciones, y llegamos a una acera muy ocupada. Era tarde y hacía frío, pero había gente caminando de un lugar a otro de arriba y abajo por la calle.
Jimin tiró de mi mano y me llevó directamente a un club, lo primero que noté fue que eran en su mayoría hombres. Mostramos nuestras identificaciones, el tipo de seguridad revisó dos veces la mía, pero entramos y nos dirigimos hacia el
bar. Jimin me abrazó estrechándome, y yo me quejé en su oído.
-"El tipo de la puerta tuvo que mirar dos veces mi ID."
Él se acercó más para que pudiera oírle sobre la música.
-"Porque te ves demasiado bien para tu edad."
Rodé mis ojos y miré alrededor del lugar lleno de gente. Fácilmente era el hombre más viejo allí por cerca de diez años.
-"Probablemente piensan que estás aquí con tu padre."
Jimin agarró mi cara y me besó, allí mismo, en un bar lleno de gente, para que todos lo vieran.

"Ahora ellos no piensan que estoy aquí con mi padre."- dijo. Se inclinó sobre la barra, pidió dos copas y me miró. -"Deja ya ese asunto de la edad. Estamos aquí para bailar, ¿de acuerdo?"
Y eso fue lo que hicimos. Bailamos.
Él abrió el camino, por supuesto. No esperaba menos. Pero no perdió tiempo en poner sus manos sobre mí, tirando de mí estrechamente y haciéndonos balancear. Besó mi cuello y mis labios, pero era fácil notar que estaba perdido en la música.
El lugar estaba demasiado lleno de gente y la música estaba muy alta, pero sus ojos estaban cerrados, sus labios se curvados en una pequeña sonrisa mientras se movía, y a mí no me importaba nada más. Era hermoso verlo.
Pasé las manos por su espalda, por encima de sus nalgas, y mientras pasaba mis manos por sus costados, levantó los brazos por encima de su cabeza y se tambaleó.
Nunca abrió los ojos, nunca dejó de sonreír. Pero continúo bailando, se pegó contra mí y sus brazos bajaron a mí alrededor. No sé cuánto tiempo seguimos bailando. No me importó un carajo. Si quería bailar… si eso era lo que a sus veintidós años quería hacer… Entonces yo con gusto lo haría con él.
Regresamos al hotel a alguna hora intempestiva, me llevó a la cama y en vez de penetrarlo, hicimos un 69.
Nos levantamos tarde, pasamos un día de descanso, de compras y disfrutando de la ciudad. Estaba en lo cierto. Fue agradable simplemente ser capaz de estar con él. Éramos libres simplemente para pasear, para ser nosotros mismos, sin temor a ser descubiertos por alguien del trabajo.
Y en Nueva York no podíamos hacer eso.
Aunque reconozco que es una ciudad mucho más grande, pero también con ojos que miran en todas partes, alguien podría vernos juntos y cuestionar el por qué.

A media tarde estábamos de vuelta en la cama, los dos saciados y respirando con dificultad. Él enhebraba con sus dedos el vello en mi pecho.
-"Tal vez deberíamos dormir un poco."- sugerí. -"Tenemos que salir de aquí a las cuatro de la mañana."
Jimin negó con la cabeza y se puso encima de mí, chupando mi pezón.
-"No, puedes dormir en el avión. No he terminado contigo todavía."

Caminar de regreso a través de la terminal del aeropuerto de Nueva York para mí fue algo agridulce. Me encantó volver a casa, pero tampoco quería que mi tiempo en Sydney terminara. Jimin suspiró.
-"Ojalá hubiéramos tenido cuatro días más."
-"Yo pienso igual."- le contesté con sinceridad.
-"¿Qué pasará ahora?"- preguntó en voz baja. Era raro verlo tan inseguro.

ELEMENTOS DE MODERNIZACIÓN VOL1/ 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora