Jimin no se quedó a pasar la noche. Pero se quedó hasta la medianoche, y luego tomó su traje recién lavado en seco, me dio un beso en la puerta y se fue.
En el trabajo, siempre era un profesional. Nunca me concedió más de un educado "Buenos días, Sr. Jeon" y lo hizo con mucha diligencia en su trabajo.
Era muy bueno en su trabajo.
Como uno de los socios más antiguos, tenía una gran cantidad de arquitectos bajo mi cargo, a los que se delegaban una serie de puestos. Así, mientras que sí, lo había elegido para trabajar en mi equipo, él era uno de muchos. Y no habría sido inusual para mí no verlo todos los días. Pero lo busqué. Mantuve un ojo sobre él, y observé lo que hacía. Pero no hablaba con él, no más que un hola o un gesto cortés en el pasillo.
Él era muy, muy bueno en su trabajo. También era muy bueno fingiendo que no me conocía.
Pero el jueves (cuatro días desde que lo vi fuera del trabajo) justo antes de la hora de cierre, el intercomunicador de Yeobeen zumbó.
-"¿Sí, Yeobeen?"
-"¿Ha llamado al señor Park?"- Preguntó. -"Él dice que pidió verlo."
-"Sí, lo hice. Por favor, hazlo pasar."- Sonreí.La puerta se abrió y entró, vestido con pantalón, camisa, corbata y chaleco de
traje, sin chaqueta. Se veía muy... caliente. Se sentó frente a mí y sonrió.-"¿Querías verme?"
"¿Yo?"
-"Sí, estoy bastante seguro."- dijo con un guiño.
-"Estoy seguro de que tienes trabajo que necesitas que haga esta noche. En tu casa."
-"Oh, sí. Ahora me acuerdo."- Le sonreí.
Se veía como el gato que atrapó al canario.
-"Y es tu turno para comprar la cena."- agregó. -"No es que te diría nunca que hacer, pero me siento con ganas de pizza."
No pude evitar reírme.
-"Dios no quiera que me digas qué debo hacer."
Se puso de pie.
-"¿Media hora?"
-"Nos vemos entonces."
-"Pepperoni y pimientos."
-"Pensé que no me dirías qué hacer."
-"Es una cosa de la Generación Y."- dijo antes de abrir la puerta y salir.Todavía sonreía cuando Yeobeen entró.
-"¿Algo que necesite que haga antes de irme, señor Jeon?"
-"No, no voy a estar muy por detrás de ti."- le dije. -"Voy a estar trabajando
desde casa esta noche.
-"¿Le puedo pedir algo para comer?"- Preguntó.
-"No, lo tengo cubierto. Gracias."
-"Muy bien. Nos vemos mañana."- dijo.
-"No trabaje demasiado duro.”
Le sonreí mientras salía, no sabiendo que tanto trabajo conseguiría estar hecho ésta noche. Y treinta minutos más tarde, estaba en casa y la pizza había sido ordenada, cuando el portero llamó.
-"¿Sí, Lionel?"
-"Señor, el señor Park está aquí."
-"Déjalo subir."
Quité el seguro a la puerta, saqué dos cervezas de la nevera y sonreí cuando alguien llamó.
-"Adelante."
Todavía con el traje y el chaleco que llevaba ese día, Jimin entró a encontrarme en la cocina.
Tomó la cerveza ofrecida y no dudó en darme un beso. Fue un lento y deliberado beso en los labios que hizo que mi estómago se anudara… un beso que prometía más por venir. Luego dijo:
-“Creo que no le agrado a Lionel."
-"¿Por qué?"
-"No me dejó subir de inmediato."- dijo, casi con petulancia. -"Es como que tengo que llegar y avisarle primero."
Tomé un trago de mi cerveza para ocultar mi sonrisa.-"Él está haciendo su trabajo."
-"Pero he estado aquí como cinco veces, nos ha visto entrar y salir juntos, y todavía me detiene."- agregó. -"¿Qué se necesita para que sea buena onda?"
¿Buena onda? Querido Dios, él realmente tenía veintidós años.
-"Él va a tener buena onda con esto cuando le diga que puedes entrar y salir cuando quieras."
-"¿Qué, como si viviera aquí o algo?"
-"Sí, como si vivieras aquí o algo. Y no vives aquí, y no eres mi algo."
Comprendió entonces lo que quise decir.
-"Oh."- Miró a su cerveza.
-"Lo suficientemente justo."
Levanté su barbilla y me paré frente a él.
-"Decirle a Lionel que tienes libre acceso es como mi equivalente a darte la llave de mi casa."
-"Sí, lo entiendo."
Le di un beso suavemente.
-"No quise decir que no eres algo para mí."
Sus ojos se abrieron y me miró de frente.
-"¿Qué soy para ti?"
-"Cautivante. Confuso. Divertido."
Sonrió lentamente.
-"Son algunos adjetivos bastante buenos."
Lo besé suavemente de nuevo.
-"Sí, eso eres. Eres algunos adjetivos bastante buenos para mí."
Hubo un fuerte golpe en la puerta.
-"Pizza."
Los ojos de Jimin se estrecharon.
-"¿Deja que el chico de la pizza suba sin avisar?"
Me reí y fui a la puerta, y cuando regresé Jimin estaba buscando el intercomunicador.
-"¿Qué botón pulso?"- Murmuró para sí mismo.
No esperó una respuesta, él simplemente pulso el primer botón. La voz de Lionel contestó.
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ELEMENTOS DE MODERNIZACIÓN VOL1/ 3
DiversosAdaptación de lectura. KOOKMIN🔞🍋 ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE TRILOGIA 1 ELEMENTOS DE MODERNIZACIÓN. 2 LINEAS CLARAS. 3 SENTIDO DE PERTENENCIA.