CAPITULO VII

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El aire entre nosotros era electrizante mientras cenamos. Y cuanto más trataba de ignorarlo, peor parecía. Todo eran miradas sugerentes, tímidos sonrojos y lamerse los labios. Me quedé mirándolo mientras tomaba la comida de sus palillos, mientras abría su boca y masticaba. Y él parecía paralizado por mis manos. Era... intoxicante.
Cuando la comida se terminó por completo, me puse de pie para limpiar la mesa y le ofrecí otra copa de vino. Tomó el vaso relleno y se puso de pie a mi lado, apoyandose contra la mesa.
Todavía llevaba sus pantalones de traje, los dos primeros botones de la camisa desabrochados y la corbata se había ido. Sus ojos brillaban y en sus labios estaba una sonrisita de suficiencia. Mi corazón latía con fuerza sin embargo él parecía completamente a gusto.

-“Me pones nervioso."- admití.
Él me miró.
-"¿Usted? El gran Jeon Jungkook, ¿nervioso?"
Me reí entre dientes.
-"Bueno, aquí soy simplemente Kook."
-"Bien, Kook." dijo, tomando mi copa de vino y poniéndola sobre la mesa. -
"Creo que ahora debes besarme."
-"¿En serio?"- Le pregunté.
Su confianza era fascinante. Se humedeció los labios y asintió. Así que me incliné y rocé sus labios con los míos. Era suave y dulce, pero luego avanzó para profundizar el beso. Me moví de su lado para estar delante de él y apreté mi cuerpo contra el suyo cuando abrí mi boca para él.
Este era un tipo diferente de beso.
La primera vez que nos habíamos besado había sido sólo un beso. Pero este iba a alguna parte.
Deslicé un brazo alrededor de su espalda, y mantuve una mano alrededor de su cuello mientras le daba un beso, éramos una masa de lenguas, labios, bocas y gemidos. Jimin pasó las manos alrededor de mi espalda y hacia abajo, sobre mis nalgas.
Me apretó contra él, así que lo podía sentir. Todo él.
Mierda.
Estaba duro y sabía que él podía sentirlo. No había manera de que no pudiese sentir mi pene contra él a través de la tela de los pantalones. Entonces tiró de mi camisa fuera de los pantalones y deslizó sus dedos por debajo de la cintura.
Antes de que pudiera separarme de su boca para preguntar qué estaba haciendo, había desabotonado mis pantalones de traje y palmeó mi pene a través de mis bóxers.
-"Jimin."- comencé.
Quería decirle que no era una buena idea, pero se sentía muy bien. Demasiado bien.
Así que abrí el botón y cremallera de sus pantalones y deslicé mi mano sobre sus bóxers, envolviendo mi mano alrededor de él lo mejor que pude a través de la tela.
Él gimió tan fuerte, que casi me corrí.

-"Mierda."- jadeó, y me agarró con más fuerza, tirando, frotando, apretando.
Yo hice lo mismo con él y se empujó contra mí, sólo que esta vez se estremeció y su cabeza cayó hacia atrás mientras se empujaba en mi puño.
Al ver su orgasmo, sintiéndolo en mi mano, dejé de contenerme.
Su mano se apoderó de mí y estallé entre nosotros. Casi caí sobre él, con el colapso de la fuerza de mi orgasmo, y él parecía convulsionarse con réplicas.
Cuando la habitación dejó de girar, me di cuenta que su cara estaba enterrada en mi cuello. Se rió entre dientes.

-"Bueno, ese es el postre."
Me reí y me quité de encima. Éramos una masa pegajosa.
"Necesitamos una ducha."-le dije.
Se quitó los zapatos allí. Yo en realidad no había querido decir que íbamos a ducharnos juntos, pero él tomó mi mano y dijo:
-"¿Dónde está el baño?"
Caminó hacia el pasillo, y le dije:
-"La última puerta a la derecha."
La cual era mi dormitorio, lo que creo le sorprendió. Miró a la cama, luego a mí y sonrió.
-"Al baño."- le dije, señalando la puerta.
Todavía tenía aferrada mi mano. Abrió camino, sonriéndome mientras desabrochaba los botones de mi camisa, y mientras me deslizaba los pantalones por las caderas… cuando mi camisa cayó de mis hombros, supe que sería todo.
A pesar de lo que acabábamos de hacer en el comedor, íbamos a estar desnudos juntos. Tenía cuarenta y dos años, él tenía veintidós.
Ahí era donde la diferencia entre nosotros sería muy evidente.
Tenía un poco de pelo en el pecho que estaba envejeciendo, como el pelo de
mi cabeza, y aunque yo me ejercitaba, mi cuerpo era... bueno, de cuarenta y dos años.
Mientras que el cuerpo de Cooper era tenso y firme, su pecho era lampiño, aunque tenía un rastro de pelo castaño de su ombligo a su muy colgante, sin circuncidar, pene.
Se dio la vuelta para iniciar el agua mientras me quitaba los calcetines. Se lavó el semen de su estómago, luego se dio la vuelta y puso la cabeza bajo el agua, cerrando los ojos.
-"¿Vas a entrar?"
Lo seguí hasta la ducha, y tomé el jabón, corriéndolo por encima de su cuerpo. Él sonrió, luego se quitó desde debajo del chorro de agua para dejarme entrar. Lavé el desorden de mi estómago y cuando me volví a poner mi cabeza abajo, Jimin puso sus manos en mi pecho.
-"Mmm."- tarareó mientras pasaba sus dedos por el vello. -"Me gusta esto."-
Luego deslizó su mano más abajo y tomó mis bolas. -"Me gusta esto, también."
Yo no podía dejar de reír, pero le di un manotazo.
-"¿Siempre eres tan franco?"
-"Sí."- dijo con una sonrisa. -"Es una cosa de la Generación Y, ¿recuerdas?"
Puse los ojos en blanco, así que tomé su pene en la mano y le di un apretón. Él ya estaba medio duro de nuevo.
-"¿Esto es una cosa de la Generación Y?" - Le pregunté.
Él sonrió.
-"Eso es una cosa de tener veintidós años de edad, y de estar en-la-ducha-con-un-tipo-muy-caliente. No puedo evitarlo. Eres caliente y yo también lo estoy."
Me reí en voz alta, me giré de la ducha y le entregué una toalla.
-"Um, te encontraré algo de ropa limpia."- le dije. -"Voy a enviar la nuestra para limpiar a la tintorería."
Envolví una toalla a mí alrededor y caminé por el baño para tomar mi bata colgada en la pared. Me puse un par de jeans y saqué un par de pantalones cortos de estilo cargo y una camiseta para él. Estaba de pie en mi habitación con sólo una toalla alrededor de su cintura, mirando a mi cama king-size.
-"Parece cómoda."- dijo con una sonrisa.
Ignorando su comentario, le tiré la ropa limpia.

-"Voy a ordenar la tintorería."
Cogí nuestros pantalones y camisas sucias desde el suelo del baño y cuando
regresé a mi habitación, Jimin me estaba sonriendo, mientras empujaba su pene medio dura en los pantalones.
-"¿Sin ropa interior, Kook? ¿Es para facilitar el acceso posterior?"
Traté de no sonreírle, pero mi estómago se apretó ante la idea.
-"Eres incorregible."
Él se echó a reír, y lo dejé allí. Empaqueté la ropa y llamé a recepción, Jimin salió de mi habitación. Me miró de arriba abajo.
-"¿Cómo es que tengo una camiseta, pero tú no?"- preguntó, pero se trataba más de una pregunta retórica.

-"No es que me importe."- Luego se dirigió a la cocina y abrió la nevera. -"¿Quieres agua?"
-"Siéntete como en casa."- dije sarcásticamente, aunque me gustaba que se sintiera a gusto.
Me entregó una botella de agua de todos modos y se dirigió hacia el balcón.
-"Dios mío."
Lo seguí mirando a la vista. Nueva York en su máxima expresión… altos edificios grises, calles estrechas con taxis amarillos bordeados por árboles verdes que enmarcaban a la enormidad que era Central Park.
Sonreí al ver la expresión de su rostro.
-"Este apartamento es bastante céntrico."
-"¿Bastante central?"- Preguntó. -"Está justo en el centro."
-"No del todo. Pero cerca."- Me eché a reír.
Negó con la cabeza, luego se volvió a mirar a la calle, al Empire State Building. La ciudad de Nueva York iluminada por la noche es algo especial.
-"¿Cómo no vives aquí en el balcón con esta vista? Quiero decir, yo lo he visto durante el día, desde aquí, pero por la noche..."

-"Es increíble, ¿verdad?"
Asintió profundamente, observando y señalando algunos puntos de referencia y los edificios que reconocía. Después de un tiempo empezó a hacer frío, así que entré y volví con una camisa. Jimin suspiró.
-"La vista era mucho mejor sin la camisa."

Sonreí ante sus palabras, pero cambié de tema.
"La limpieza, dijo que serían unas horas."- le dije.
-"Puedes usar esa ropa para ir a casa, si quieres."
Jimin se encogió de hombros.
-"No me importa. Yo puedo esperar, pero si me llego a caer dormido en esa grande y cómoda cama tuya, tampoco me importaría.”
Quería decirle que yo no pensaba que era una buena idea, que se estaría moviendo demasiado rápido. Lo miré y no pude encontrar las palabras.

ELEMENTOS DE MODERNIZACIÓN VOL1/ 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora