Primeros días en nuestro hogar.

33 2 1
                                    

Por fin llego la hora, llego el papa de Yanina y pudimos comprar aquella casa que nos quitaba el sueño. Entramos y era tal como la soñamos, amplia, comoda y por sobre todo, nuestra. Entramos todas nuestras pertenencias y ayudamos al papa de Yanina a bajar las cosas. En la primera casa vivirian Martin, Jose, Yesica y Emilia, mientras que en la otra viviramos con Yanina y su padre, aunque a su padre no le gustara mucho por falta de costumbre tambien dormiriamos en la misma cama, en la misma habitacion, ya era oficial nosotros eramos felices y nadie iba a cambiar eso.

Esos primeros dias eran magnificos, pasabamos por nuestro mejor momento, Martin y yo seguiamos trabajando y el papa de Yanina conseguiria trabajo en una carpinteria cerca de las casas, veniamos felices, eramos felices, nos habiamos acomodado bien de bien, nos sentiamos comodos, ibamos a la playa cuando queriamos, teniamos nuestra propia cama, nuestra casa, nada era gratis por supuesto, aunque todo era de Yanina y su padre nosotros sabiamos que era nuestro y que con trabajo se lo iriamos pagando, el era muy buena persona, por lo que estaba todo muy feliz.

Todo iba excelente hasta aquel lunes que fuimos a trabajar con Martin. Nos presentamos como todos los dias a la misma hora, en el mismo lugar, pero esta vez el dueño nos llamaria hacia el fondo. Era raro que aquello ocurriera ya que luego de haber entrado la vez que nos dieron el trabajo nunca mas habiamos estado en ese lugar.  Se sento en su despacho agarro unas hojas que tenia arriba de la mesa, nos miro y nos dijo:

- Ustedes ocultan algo?. Quedamos congelados con Martin ya que no entendiamos mucho de lo que estaba hablando. 

-No señor por que lo hariamos?. - En ese momento nos mostro el mismo cartel que habiamos visto dias antes de llegar hasta aca.  Ya que el sabia la verdad no quedo otra cosa que contar todo con lujo de detalles, fue asi como el de apoco fue comprendiendo lo que ocurria, entonces dijo no delatarnos pero que tuvieramos cuidado, ellos habian venido de muy mala forma a buscarnos.

Al llegar a casa fue como deprimente dar aquella noticia a los gurises, nadie lo creia y los que lo creian no querian creerlo, estabamos todos tan bien y tan felices que por que nos tenian que pasar esto a esta altura? por que cuando todo iba  bien se tenia que caer todo a pedazos? fue ahi cuando nuestro mundo de fantasia se vino abajo y volvimos a la realidad que viviamos: Eramos fugitivos y hasta que no cumplieramos la mayoria de edad lo seguiriamos siendo.

Pasaron varias noches, donde dormimos bastante mal, no queriamos aceptar que todo iba a empezar a caer muy rapido, intentamos pensar en otras cosas pero no pudimos, todos los caminos llevaban a eso. Pero lo peor aun no habia pasado lo peor estaba por venir y aunque sea un juego de palabras todo lo que vendria seria lo peor de lo peor.

La Típica Vida de un AdolecenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora