Boca del Cufre

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No, no pasamos la noche como todos pensaran teniendo sexo desenfrando, no paso eso ni mucho menos, pasamos la noche hablando de cosas que ambos sabiamos pero contamos con mas detalles, dormimos abrazados si no lo niego, pero no paso de eso,  no todo es sexo, tambien ahi actos de cariño que demuestran mas que tener relaciones.

Cuando nos levantamos, estaban todos ya afuera de las carpas, su cara de sorpresa era increible al vernos a los dos salir de aquella carpa. Bromas, jodas y todo lo que se puedan imaginar dijieron mis amigos, le intententamos explicar de mas de 1 manera que no habia pasado nada. Pero las cabezas mal pensada de ellos era imparable, dicen que todos los adolescentes somos mal pensados, yo creo que todos no solo los adolescentes somos mal pensando. Esos tipos de cosas, hacia que tanto mis amigos como yo o Yanina nos sintieramos realmente solo y que nos sientamos en cierto punto discriminados. Luego de intentar y intentar explicarles y ver que no podiamos decimos dejarla ahi. 

Empezamos a recorrer aquel lugar, vimos muchas casas realmente hermosa, muchas rodeadas de alrboles. En cada una habia arena, habia pasto aquello realmente era hermoso. Era un lugar donde pocos lo descubren la mayoria cuando viene al Uruguay viene a Punta del Este, Piriapolis o lugares asi donde son mas conocidos y que se creen que son mejores.

Caminamos y caminamos y encontramos un terreno a la venta, era amplio, en el fondo estaba lleno de arboles, adelante tenia un gran frente, un patio con arena y pasto, eran dos casas hermosas, una pegada a la otra, aquello era un lugar lindo, espacioso, podiamos verlo desde afuera lo hermoso que aquel lugar era. Seguimos caminando y encontramos un telefono publico donde llamamos al padre de Yanina, ella hablo con el y nos mando averiguar cuanto pedian por la casa y ver que se podia hacer. 

Cuando fuimos a aquel lugar ya no estaba la persona que previamente nos habia hecho pasar para ver aquella hermosa casa, por lo que decidimos que ibamos a volver al otro dia. Caminamos hasta llegar a las carpas y comimos algo, mientras hablabamos de la vida, de las nuevas ilusiones y de los sueños que teniamos, aunque no podiamos dejar de hablar de aquel cartel que decia que nos buscaba a nosotros como si f ueramos profugos por infiligir la ley. Pero era cosa que no nos atormentaba como dije antes estabamos en el paraiso y si querien buscarnos iban a tener que hacer una larga busqueda.

La noche se acercaba y decidimos empezar a caminar con Jose en busca de algun trabajo que nos pudiera dar algo de dinero mientras sobreviviamos hasta encontrar como podriamos comprar aquella casa y ver a que nos podiamos dedicar. Caminamos por la calle principal que daba hacia la ruta por donde habiamos venido, vimos casas que parecian de ciudad y no de un pueblo alejado de todo y con esa paz tan particular que rodeaba aquel lugar que parecia fuera de este planeta. Luego de caminar un par de cuadras descubrimos una pequeña almacen que necesitaba  dos peones para hacer pedidos a domicilio, fue en ese momento que entramos y fui yo el que decidio hablar. En cuanto entre me preguntaron que buscaba y yo le dije:

"Me llamo Rodrigo y el es Jose y estamos preguntando por esos peones que estan buscando para los pedidos a domicilio, somos nuevos por aca y andamos buscando un empleo, no tenemos mucha experiencia ni como trasladarnos pero estamos dispuesto a hacer cualquier cosa para obtener el puesto"

Aquel hombre alto, flaco, de pelo canoso al igual que su barba nos dijo: "vengan por aqui".

Sin pensarlo dos veces fuimos atras de aquel hombre que a pesar de que no tenia una cara de hacer amigos, se veia como un hombre trabajador. Al entrar habia un joven que previamente lo habiamos visto atendiendo en la caja y que ahora estaba sentado en una silla en la casa de aquel señor que era el dueño de aquel lugar o al menos a  primera vista era lo que se veia.  Entramos y nos dijo: "el traslado no es importante tenemos dos bicicletas aca, el tema es que siempre se terminan aburriendo y se van, buscamos gente que se queden un buen tiempo". Nos miramos con Jose y el sin mediar palabra le dijo a aquel hombre "Nosotros somos nuevos y pretendemos quedarnos aqui, venimos desde Montevideo y hemos quedado encantados con este lugar,  le aseguro que si nos da el empleo estaremos fijos aca". Aquel hombre nos miro de arriba abajo, luego miro a el joven que estaba sentado en aquella silla dentro de la casa y nos dijo: " empiezan mañana de 2 a 10 de la noche". Les dimos las gracias y nos fuimos muy contentos.

Cuando llegamos a donde estaban los demas, y le comentamos la noticia quedaron encantados, y dijieron que ellos por ahora no iban a buscar nada pero cuando encontraramos un lugar fijo nos aseguraban que iban a empezar a buscar, nos parecio justo. Luego de eso fuimos a llamar al padre de Yanina le contamos que recien mañana ibamos averigiuar lo de la casa y le hablamos sobre el trabajo, el estaba muy contento y bueno quedo muy complacido al escuchar que su hija estaba muy feliz. Luego de hablar con el nos fuimos a la playa a pasar un rato de aquella noche hermosa con el cielo lleno de estrellas y la luna reflejada en el mar.

En determinado momento le pedi a Yanina que saliera conmigo a caminar un rato por la playa, y empezamos hablar de que ilusiones teniamos los dos. El primero en hablar fui yo, primero no me salian mucho las palabras, pero en determinado momento luego que ella me viera con una mirada de confianza sobre mi, le conte mis mas ocultas ilusiones, fue de eso que primero la invite a sentarse lejos de nuestros amigos y le tome de la mano y le dije:

"Mi ilusion o mi sueño es algo dificil de cumplir, no se si pasara o si no, el problema es que mi sueño es ser padre y yo la verdad no se si puedo ser padre, tengo unos pequeños problemas en uno de mis testiculos y es mi mayor sueño poder ser padre pero la verdad me atormenta cada noche el hecho de no saber si realmente puedo o no ser, me apenaria mucho no ser, mi vida seria en vano, me consumiria la tristesa y a decir verdad creo que hasta me quitaria la vida"

Algunas lagrimas recorrieron cada parte de las mejillas de aquella morocha que con solo mirarme y ver su pelo al viento movia hacia latir a mi corazon mas rapido de lo normal, ella me tomo la mano fuerte y me dijo:

" Es algo hermoso ese sueño que tenes, a mi me gustaria ser madre algun dia, no es algo que me obsecione pero me encantaria serlo, la mayoria de las mujeres tienen ese sueño y creo que algun dia lo voy a poder cumplir, vos quedate tranquilo que vas a poder ser padre, algun dia lo vas hacer y te vas a sentir mejor que nunca, si hablamos de ilusiones a mi me ilusiona mucho tener mi propio hogar, casarme, tampoco ser como un cuento de hadas, pero ser una prsona normal, tener las peleas con mi pareja pero luego arreglarlas, me encantaria encontrar  a alguien que me quiera de verdad y me encantaria ser feliz, tan solo ese es mi sueño"

No deje que diga ni una palabra mas cuando la bese suavemente y la abraze, luego la mire a los ojos donde ambos teniamos una que otra lagrima y le dije: 

" yo puedo ser esea persona que te haga feliz, se que recien nos conocemos, que recien estabamos empezando a llevarnos bien, pero desde que te vi mi vida cambio, me encantas simplemente eso". Sin mas palabras que decir ella se sonrojo y me tomo de la mano y caminamos rumbo a donde estaba el resto. Todos nos molestaban y a la vez nos felicitaban, si bien en ningun momento dijimos que eramos novios, se veia venir que nos estabamos gustando diria yo, aunque para los  que nos veian desde afuera, nos miraban como no solo nos gustabamos si no nos enamorabamos, fue asi que fuimos todos hacia las carpas, pensando que mañana dos de nostros comenzarian a trabajar, ademas tendriamos que averiguar lo de la casa y teniamos muchos planes, nuestra vida empezaba a cambiar y diria yo que iba a seguir cambiando con el correr de los dias.

La Típica Vida de un AdolecenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora