Cocina

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Al despertar a la mañana siguiente, Marco se percató de la ausencia del moreno. Dudando de si lo sucedido ayer había sido real volteo a ver alrededor de su habitación, soltando un suspiro cuando vio las sabanas desordenadas, la botella de lubricante y los condones que rodeaban su cama, todo delatando que efectivamente, todo lo sucedido ayer con el pecoso había sido real.

Tras levantarse y vestirse comenzó a limpiar todo el desastre que habían hecho, encontrando de paso la daga de Ace, la cual seguramente había olvidado antes de irse. Tendría que guardarla hasta que se encontrarán.

Hoy era día de prácticas para los estudiantes de la primera división, asi que estaría demasiado ocupado durante la mañana y la tarde como para ir a buscarlo, pero aun asi necesitaba hablar con el chico.

Necesitaba hablar con Ace.

...

La mente de Ace no había dejado de maquinar respecto a lo sucedido con Marco el día anterior, especialmente en lo que había dicho antes de que comenzarán a hacerlo.

Y aunque al principio toda la situación entre ambos se le había hecho completamente ridícula y sin sentido, rápidamente el fénix lo hizo cambiar de opinión después de la noche pasada.

Sus caderas aún dolían un poco, ni hablar de su trasero. Se había quedado dormido luego de la quinta ronda, cuando su cuerpo simplemente se nego a continuar. Despertó por la madrugada, algo desorientado por no reconocer el lugar donde estaba. Adolorido y viendo a Marco dormido a su lado, se levantó en silencio y se fue a su habitación no sin antes darle un último vistazo al fénix, quien continuo durmiendo sin notar la ausencia del pecoso.

Ya en su habitación, durmió las pocas horas restantes antes de que amaneciera. No pudo encontrarse mucho con Marco durante el día, lo que en realidad aprovecho como una oportunidad ya que, al menos sin su presencia cerca podía pensar mejor en todo lo que había pasado los últimos días, incluyendo las palabras y la propuesta que le hizo el rubio la noche anterior.

Propuesta, si pudiera llamarlo asi.

Subió a la parte alta del mástil del Moby Dick para ajustar las velas como el mar y el clima lo requerían, comenzando a pensar en los pros y los contras del tipo de relación que Marco le había ofrecido (Cosa rara en el eso de pensar, dado lo impulsivo y descuidado que solía ser).

Lista mental de las cosas buenas en acostarse con Marco !!.

1. Marco era atractivo.

2. Le había dado el mejor sexo de su vida.

3. Tenía buena resistencia.

4. Tenía un buen pene.

5. Era cuidadoso para metérsela, sin llegar a ser flojo.

6. Era brusco para metérsela, sin llegar a hacerle daño.

7. Tenía un buen pene.

8. Gracias a que se encontraban en el mismo barco, seria fácil acudir a en el caso de necesidad o "emergencia".

9. Al parecer le estaba ofreciendo algo abierto, sexo sin ataduras ni sentimientos por en medio, así que no debía preocuparse de nada además de complacerlo sexualmente (objetivo que, seria mutuo desde la posición del rubio).

En el mismo barco || 𝘔𝘢𝘳𝘈𝘤𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora