Encuentro Casual

6

La candente noche fue tan efímera que cuando menos se esperaba la tenue luz de la luna fue reemplazada por los luminosos rayos solares, los cuales acariciaban cada centímetro de concreto qué se encontraba expuesto con su sofocante calor y bello esplendor, el astro rey iluminaba todo excepto el pequeño refugio en el que dos amantes se encontraban ajenos a todo lo que ocurría en el exterior, las gruesas y oscuras cortinas especialmente diseñadas para que nadie de afuera pueda ver los arrebatos de lujuria de aquellos que iban a pasar unas entretenidas horas ahora bloqueaban la luz solar para que sus ocupantes puedan seguir descansando.

Una escena nunca antes vista se apreciaba en la más cara habitación del mejor motel del distrito, dos enormes cuerpos desnudos reposaban en la cama enredados cual serpientes, inmóviles, solamente los voluminosos pectorales subían y bajaban al compás de sus entrecortadas respiraciones, mientras los ecos de su pasión todavía llenan el aire, la agotadora noche pasaba factura en los macizos cuerpos que ahora mismo siendo ya altas horas se la mañana seguían durmiendo de manera profunda, pero ¿Por qué este panorama qué debía ser común era tan inusual? Simplemente por el hecho de que en condiciones normales ninguno de ellos por ninguna circunstancia se quedaba al terminar un encuentro, al finalizar sólo se vestían y se iban sin importar si era de noche o madrugada, sin siquiera decir adiós, dejando atrás a la otra persona o ser para siempre...

Un par de pequeños ojos oscuros empezaron a abrirse ante el bullicio de la calle solo para volver a cerrarse en el acto, Housen fue el primero en dar leves señales de vida acomodándose mejor, restregó su rostro como un gatito en la "Almohada" se sentía tan relajado aspirando el embriagante aroma y el calor tan confortante qué esta desprendía, hasta que abrió un poco más sus ojos notando qué su cara estaba metida en los grandes pectorales de su acompañante usándolos como soporte, aunque eso no era lo único ya qué su cuerpo estaba envuelto en los musculosos brazos ajenos que lo apresaban con firmeza, evitando su movilidad, pero él tampoco se quedó atrás en esa competencia pues tenía sus morenos brazos al rededor del robusto y pálido cuello y ni hablar de sus piernas qué estaban entrelazadas con las ajenas, como si en medio de la madrugada sus cuerpos se hubieran unido inconscientemente para evitar ser separados más tarde.

Por un momento parecía haber olvidado donde estaba, pero un golpe de realidad azotó su mente, todo lo que pasó anoche no fue solo uno más de sus muchos y eroticos sueños en los que encontraba el amante ideal que le hiciera gozar hasta el cansancio y le follara hasta perder el conocimiento, cada parte fue real, poco a poco su agotada conciencia fue recobrando el sentido hasta darse cuenta que había pasado incontables horas en ese motel, Lu Bu ni siquiera poseía recuerdo alguno de lo que sucedió después de la quinta ronda, su memoria estaba en blanco y tampoco puede darse una idea de a que hora terminaron, lo único de lo que era consiente es que tenía que irse rápido... Chen y Red Hare debían estar muy preocupados por él.

Antes de cualquier acción se tomó unos segundos para contemplar el angelical y apacible rostro del hombre frente a él, tan perfecto, tan sereno, hasta podría decir que era adorable, sentía la suave respiración, todo ese cúmulo de sensaciones le transmitían una paz y calidez inigualable, una qué había olvidado que existía, su mente se debate entre el impulso de escapar y el deseo de quedarse... Pero pronto apartó esa ridícula idea de su mente y se planteó como salir de esa acogedora prisión, así que con cuidado de no despertar al hombre retiró las extremidades qué le envolvían, esa fue la parte sencilla, su misión se tornó más complicada cuando se dio cuenta que sus largas melenas también estaban enredadas entre sí, con una delicadeza inusual en alguien como él empezó a separar su cabello mechón por mechón apartandolo de las hebras rojizas deseando que el más alto no despertara con los movimientos.

Finalizó y sonrió satisfecho por su labor, ahora solo le quedaba salir de la cama, vestirse lo más pronto para marcharse directo a su casa , con el plan ya trazado en su mente procedió a pararse y buscar sus prendas esparcidas por todo el cuarto, sin embargo al poner un pie fuera de la cama sintió cierta incomodidad a la cual le restó importancia, sin embargo al levantarse completamente sintió como dolor más espantoso qué había experimentado hasta la fecha se extendió por cada centímetro de músculo, sus piernas flaquearon amenazantes con tirarlo al suelo, el estruendo sería grande si sucedía, un lastimero quejido escapó de su boca haciendo que instintivamente se mordiera los labios con sus afiliados dientes para sellar cualquier otro ruido que osara salir, volteó la cabeza lentamente al escuchar pequeños ruiditos qué provenían de aquel sujeto esperando no haberlo despertado, pronto se dio cuenta que este solo se removió entre las sábanas y se volteó quedado en la dirección opuesta.. Suspiró aliviado, había estado tan cerca.