𝐇𝐨𝐦𝐞

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𝐋a luz de medio día baña las puertas corredizas del hospital y una suave brisa provoca que el expediente de JiMin cruja, revolotee y caiga al suelo. JiMin lo ignora, el ajetreo de la ciudad desde los ventanales le parece más atractivo. Pero Jungkook inclina su figura para tomar el documento al ritmo del silbido del viento.

Un par de minutos después la enfermera vuelve con el medicamento y Jungkook le tiende la mano a JiMin para ayudarlo a sentarse sobre la camilla, JiMin se viste y se coloca bruscamente la sudadera, sus manos comienzan a sudar tanto que se ve obligado a limpiárselas constantemente con el interior de sus mangas.

JungKook se percata de la acción y cada vez se muestra más confundido con la situación. Y a pesar de que el cuerpo de JiMin denota la fragilidad del pétalo de un lirio. Su mirada cambia por completo de esencia, es como sí sus ojos ya no fueran de un cervatillo asustadizo del bosque, sino del cazador que está cerneándole el cuello.

Cuando suben al carro avanzan en completo silencio, Jungkook ya había agotado los temas de conversación y, además, ese día, sobre todo, el silencio era preferible al esfuerzo de entablar una conversación.
Y JiMin es el primero en romper el apacible ambiente.

-Jungkook, ¿podrías llevarme a tu casa hoy? Aún no quiero volver a mi encierro.-Inquiere, manteniendo su vista sobre el cristal que lo separa de la carretera.

Las palabras de JiMin revuelven por dentro a Jungkook en una sensación de extrañeza, como si aún no pudiera creer que esas cosas estuvieran sucediendo en su vida, esperanzado a despertar de su pesadilla conjunta.

Encoje sus hombros, entrecierra sus ojos y busca las palabras correctas para decir. -JiMin, yo puedo ser tu hogar sí así lo deseas. - Una afirmación que parece convencer más a Jungkook que a JiMin. Algo que Jeon desearía escuchar de sus labios pero que era tan difícil de pronunciar para Park. Un par de almas viajando en diferentes sintonías.

JiMin no dice palabra, se mantiene atento a los señalamientos de la carretera, sin ánimo, completamente fatigado. Pero cuando llegan a la residencia de Jungkook, se sorprende por el extravagante diseño victoriano en su fachada.

El matrimonio Jeon siempre fue conocido en la alta sociedad como un par de almas destinadas a la aventura, el padre de JungKook era un piloto famoso con travesías impresionantes en su carrera y su madre de linaje puro, integrante de una de las familias más importantes en el orden coreano, su amor fue tan impredecible y espontáneo que aquella conexión tan única entre ellos hacía que la idea del amor pareciera un deseo más alcanzable.

Así que Jungkook creció rodeado de amor, pero también de despedidas. Porque su residencia estaba vacía pero el pasaporte de sus progenitores lleno.

El cuarto de Jungkook es pulcro y minimalista. Una cama, un ropero, escritorio con computadora y silla gamer. No había adornos superfluos como posters o retratos, las paredes de colores cálidos, sin reloj o calendario, un espejo, perfumes, revistas, libros y comics. Daba la sensación de una oficina más que la habitación de un joven.

JiMin se sienta en la cama de sábanas blancas, frente a frente. Jungkook mira a todos lados nervioso. Era la primera vez que JiMin visitaba su cuarto y la atracción que sentía por él estaba traicionándolo.

-¿Entonces cómo funciona esto exactamente? - Cuestiona Jungkook como quien pregunta la hora. JiMin se encoge en su sitio, frotando sus manos entre las piernas y suspira sutilmente.

-Yo seré quien haga todo, Jungkook. Sólo te necesitaré de vez en cuando. -Menciona sin alertarse. - Pero me ayudarás a conocerlos, te acercarás a ellos y me dirás sus debilidades.

-¿Yo?, ¿Por qué? -Cuestiona Jungkook sin reproche en su voz, sino con la inquisitiva mirada curiosa sobre él.

-Porque reservaré cualquier tipo de interacción con ellos hasta el final, cuando sea mi turno. - Afirma JiMin.

Pero Jungkook está incluso más confundido que antes de atreverse a cuestionar su papel. No objeta, prefiere dirigir sus pasos hasta la cocina para preparar algo de comer. El sonido en su vientre ya comenzaba a molestarle y realmente JiMin no parecía muy dispuesto a revelar los detalles de su plan.

Ante ello, la figura de Jungkook abandona la habitación. JiMin toma una hoja en blanco que reposa sobre le escritorio de Jeon, un marcador violeta de su lapicero y comienza a enlistar personas. Sus padres a un costado de la lista y los nombres de MinHo, Kai y TaeMin en el centro.

- ¡JiMin, ven a comer! - Se escucha la voz de Jungkook resonando en la residencia.
JiMin dirige su mirada en dirección a la voz y comienza a bajar las escaleras con somnolencia. Jungkook sigue los pasos de la preparación del ramen con un ritmo y tiempo tan perfecto que parece una danza culinaria. JiMin lo mira, tratando de imaginar la melodía que mejor acompañase sus pasos.

Instintivamente agarra los palillos y cuando Jungkook deja el ramen preparado sobre el centro de la mesa del comedor, JiMin toma una porción considerable de fideos y come. La tibieza recorre su garganta hasta llegar a su estómago, una tibieza que le resulta familiar, esa sensación... Era la misma que sentía cuando en una noche fría corría a los brazos de su cama en busca de calor.

Lentamente el calor se difunde por todo su cuerpo, tan agradable que lo hace sentir seguro. Así que sigue, con bocados tan grandes como se lo permitía su boca, no se detiene a respirar, sólo se deja llevar por ese impulso repentino.

Jungkook lo mira en completo silencio, el plato se despide de sus labios y vuelve a la mesa. Y Jeon da un profundo respiro que le deja una agradable sensación de alivio.

-¿Te gustó? - Pregunta con una radiante sonrisa en su rostro.

-¡Uno más, por favor!

Y Jungkook siente que su animo renace de las cenizas.

Tras un par de platos más, JiMin vuelve a suspirar y se queda contemplando el vapor que brota de su plato con un aire ausente.
Jungkook toma la palma de su mano y ante la cercanía JiMin se sobrecoge. Hubo un breve silencio que parece absorber el tiempo y tan pronto como surge, la pesada atmosfera desaparece.

Y JiMin se da cuenta que todo alrededor de Jungkook estaba lleno de múltiples matices, el calor, las sensaciones, las vibras y los olores de aquel lugar.

El primer lugar que JiMin había visitado en su vida que realmente parecía un hogar.


⊰ 𝟐𝟑 ⊱


𝐍𝐨𝐭𝐢𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫:
Aquí Exi, ya sé que en los comentarios me podrán que les urge la venganza pero porfi véanlo de esta manera, JiMin necesita conocer primero qué debilidades tienen los demás para poder vengarse desde donde más les duele, así que de una vez aviso que si necesita poquito más desarrollo la historia para que comience la venganza :c

Gracias por los comentarios que me dejan, son tan lindos. Me encanta que me den sus opiniones, así que porfi díganme qué tal, ¿les gustó la cercanía de jm y jk en el capítulo? Quería darles momentos bonitos también, ya era mucho dolor jajs.

¡Ah! Otra cosita, por fin hice el insta para subir adelantos de Karma y mis otros ffcs, el usuario es: ExileRenatire, también dejé enla descripción de mi perfil el link directo, me encantaría las verlas por allá para seguirnos, besitos.

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⏰ Última actualización: Jul 04 ⏰

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