KARMA - Kookmin

𝐖𝐡𝐲?

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"Lo siento"

𝐉iMin aparta la mirada hacia otro lado, aprieta los puños y se incorpora sin intención de seguir debatiendo con su madre, la situación le parece tan absurda y ridícula que ni siquiera se molesta en compartir el desgarre de su quietud con su progenitora. Pierde su determinación, tiene un resentimiento inmenso y profundo hacía sus padres, se siente abandonado por ellos, su relación familiar es un desastre, siente como si hubiera caído en un pozo profundo y oscuro con el agua llegándole hasta el cuello y sinceramente, ya se había cansado de nadar.

Huye a su habitación, entierra los puños en la mullida cama y sin darse cuenta, comienza a limpiar con sorpresa las frágiles lágrimas que escapan de sus ojos, esconde su rostro en la almohada y procura que el sollozo de su afligido corazón no se escuche en la propiedad. Lo único que puede recordar de la noche anterior es el miedo, la aprehensión ahogando su pecho, la desesperación, el calor de las gotas rodando por sus mejillas, el llanto cortándole el aliento y el esfuerzo quemándole la garganta.

Se pregunta por qué el destino está tan empeñado en lastimarlo, por qué la soledad parece estar enamorada de él, por qué las personas siempre encuentran la manera de hacer más miserable su vida. Y ahora, ni siquiera el ameno sonido del rocío de agua salpicando en el pasto y los árboles del patio pueden mitigar su dolor, a pesar, de que la mañana anterior consideró ese sonido uno de los más apacibles y relajantes para su alma.

Le duele la cabeza, tiene la sensación de que algo se le escapa de sus memorias, quizá un recuerdo que se filtra en las marañas de los fragmentos de su vida, algo que olvidó debido al trauma. Intenta esforzarse, pero se detiene, una voz dentro de sí le dice que realmente no quiere recordar aquello. JiMin alza la vista hacía el techo de su habitación, se sienta con dificultad en su colchón y talla sus ojos para evitar que su visión se difumine. Escucha que sus padres salen de su hogar y aprovecha para escabullirse al baño principal para tomar supresores.

Pierde la noción del tiempo mirando su propio reflejo en el espejo de la pared del baño, se acerca al lavabo y acuna sus palmas para que la abundante agua del grifo repose en su extensión, luego talla su rostro con fuerza. No sabe cómo, pero pronto termina debajo de la regadera, cierra sus ojos con impotencia y respira hondo para recuperar el aliento. El cuerpo le arde, una comezón se extiende por sus piernas, pequeñas marcas moradas resaltan de su pálida piel que viajan desde sus clavículas hasta sus muslos.

Segundos después el detestable sonido del timbre lastima sus oídos.

Sus dedos se arrugan y se ve obligado a salir debido a que nadie atiende el llamado en la puerta, se viste en un pestañeo y baja las escaleras agotado, el celo lo mantiene en un constante estado aturdido y su inseguridad lo hacen desear que cualquier alma que se encuentre detrás de la entrada principal de su casa se esfume con el viento, pero no sucede, el sonido perdura los siguientes cinco minutos.

La madera cruje cuando JiMin comienza a girar la perilla de la puerta y la apertura delata la presencia de Jungkook al otro lado.

- ¿Qué haces aquí?- Inquiere con la voz entrecortada, una ráfaga de recuerdos desbloquea el hostigamiento que sufrió cuando la presencia de Jungkook se muestra y JiMin no puede evitar culparse a sí mismo por no poder huir de su persecución, si Jeon no le hubiera quitado tanto tiempo con sus amenazas esa noche, si no hubiese pecado de ingenuo otra vez, quizá... Sólo quizá, el rumbo de su vida no sería tan amargo.

Jungkook lo mira en silencio por un momento, extrañado, nostálgico, incrédulo. Se acerca a JiMin y, a pesar de que Park retrocede unos pasos, logra abrazarlo con fuerza.

- Lo lamento tanto -Menciona, dejando escapar un suspiro para luego se aferrarse a la figura de JiMin.

JiMin no sabe cómo responder a eso debido a su incredulidad, "¿Cómo se enteró?" Piensa, su ritmo cardiaco aumenta y su miedo lo invade, su reacción inicial es alejarse de Jungkook, tropieza con uno de los muros de la residencia y el aire se escapa de sus pulmones.

- ¿Qué? - Suelta perplejo, con un nervio titilando.

-TaeMin..- Replica jungkook con una evidente ira adornando su línea.-Escuché a TaeMin hablando con MinHo sobre ti, dijeron que quizá debieron esconder tu cuerpo para no dejarlo tan expuesto en el parque...

JiMin abre sus ojos y siente un frío pesado, casi como si la ventisca de una tormenta de nieve hubiese entrado a la par de JungKook, su mirada perdida, la desesperación asfixiándole. Siente su mundo colgando de un hilo.

Y después de esa conversación, JiMin entiende que ahora TaeMin tiene en sus manos aquellas tijeras que pueden cortar su delgado hilo. Sabe que en la universidad será visto como alguien impuro, como alguien que provocó a Lee, como si él hubiese deseado el rumbo que tomó su vida aquella noche.

Porque ahora, la universidad ya no era su nueva oportunidad, era su nuevo infierno gobernado por otra persona.

Porque si Jungkook fue un demonio en la prepataroria.

TaeMin era el mismísimo diablo.

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Nota de autor: Qué tal mis amores, tenía listo el capítulo desde ayer pero olvidé actualizar perdónenme jajs :c, por favor díganme que les pareció el capítulo saben que amo leer sus opiniones, ya sé que está medio depresivo pero sentía que JiMin tenía que caer en cuenta de lo que le había pasado.

Lxs quierooo y nos vemos pronto.

𝐄𝐱𝐢