Cap 4

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Recomendación:Leer con atención y paciencia.
Con paciencia lo bueno llega. Disfrute de la lectura y deseo que disfruten leerla como yo disfrute escribirla.
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Omnisciente

Cassiel despertó de su profundo sueño, ella simplemente sentía dolor de cabeza y mareos. Solamente recordaba pequeños fragmentos de la noche anterior.

Ella se puso de pie con algo de dificultad, gracias a sus mareos.
Su despertar fue normal y solitario como era comúnmente, o eso pensaba por ahora.

Ella revolvió sus cajones en busca de ropa cómoda, ya que aún tenía la ropa de la noche anterior.

Cassiel decidió ponerse su pijama. Este consistía en una camiseta de unos tres talles más grandes que ella, la cual tenía un estampado de The Beatles; la parte de abajo consistía en un pantalón ancho, abrigado y negro.

Cassiel salió de su cuarto, ella tomo un libro y se dirigió al baño. Ella hizo sus necesidades mientras leía, ella se sentía algo inquieta, así que ni bien salió del baño, prendió un incienso.
Cassiel lo prendió con fósforos como debía de ser, y lo paseo por toda la casa, hasta que llegó a la sala de estar, ya que pegó un gran grito del susto.

Alexander estaba sentado en el sillón, mientras bebía un café. Este al oírla gritar, comenzó a reírse a carcajadas.

-Tranquila, linda. No muerdo- Bromeo el -A menos que quieras- Dijo Alexander en un tono bajo.

-Oh, Dios. Casi me matas- Dijo Cassiel, con su mano en su pecho y el pulso acelerado.
Alexander solo río.

-¿Cómo amaneciste?- Pregunto Alexander, aún en el sillón.

-Bien. Pero, con la duda de cómo entraste- Dice Cassiel.

-Oh, eso. Bueno, tu amiguito Jamie me dijo que no podía quedarse contigo, pero le daba miedo dejarte sola- Dice Alexander restándole importancia.
Cassiel asintió con la cabeza.

-Veo que no te cuesta entrar en confianza- Dijo Cassiel con ambas cejas elevadas.

-Y yo veo que no te gusta mucho ordenar tu casa- Dijo Alexander observando a su alrededor. El lugar, tenía varias prendas de ropa sobre sillas o sillones.

-Algunos no tenemos una prostituta detrás nuestro que ordena nuestro desorden- Dijo Cassiel, con una sonrisa. Ese comentario le salió desde el fondo de su garganta. Pero luego proceso lo que dijo y quería que la tierra la trague.

-¿De qué prostituta hablas?- Pregunta Alexander algo confundido, hasta que comprendió a quien se refería.
-Oh, ya se a quien te refieres- Hizo una pausa -Y también recorde algo que tiene que ver con ese tema- Dijo Alexander con una sonrisa maliciosa mientras la miraba a los ojos.

-No se a que te refieres- Dijo Cassiel desviando su vista hacía otro lado.

-¿Segura?- Pregunto Alexander mientras dejaba el café de lado y se paraba justo frente a Cassiel.
-¿Quieres que te lo recuerde?-

Cassiel, cambiaba de punto fijo muy rápido, miraba cualquier cosa del lugar para tan solo evitar la mirada del castaño.
Pero eso no duro mucho, ya que Alexander tomo su mentón para hacer que ella lo mire.

Cassiel sentía que hacía calor de tan solo conectar sus miradas.
-¿Tengo que tomar el silencio como un sí?- Pregunto Alexander.

-No se a que te refieres- Dijo Cassiel en un tono bajo. Esa era una mentira, ya que sabía muy bien a que se refería.

I just like the guitar | Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora