narrator pov
Apenas Jeongyeon y Jimin dejaron el atiborrado departamento de Momo, Hoseok pensó que sería una buena idea salir a calmar las aguas, como usualmente solía hacer cuando alguien en el grupo peleaba; ese era su rol, alegrar a las personas a su alrededor y darles soluciones para que dejasen de discutir. Sin embargo, al notar la intensidad y el enojo con los que la pareja forcejeaba, prefirió ayudar de otra manera.
—¡Eh, todos! ¡La fiesta terminó! Síganme.— Vociferó desde la puerta, dejándola abierta de par en par, para empezar a guiar invitado por invitado hacia las escaleras de emergencia, convenientemente apartadas del estruendo que protagonizaban Park y Yoo.
Los desconocidos empezaron a salir, un poco fastidiados por el abrupto fin de la celebración. A pesar de ello, nadie se quejó; algunos se encontraban incómodos a raíz de la agresión suscitada y ya querían irse, otros la comentaban como si hubiera sido la escena clave en una película de acción, especulando sobre por qué habría sucedido. El barullo fue apagándose hasta que no quedó nadie en el espacio, a excepción de las chicas de Heartless, los chicos de Tan on Fire, Nayeon, Taehyung y Seunghee. El silencio reinó por un instante, hasta que el castaño decidió romperlo.
—La curaré y nos iremos.— Repuso Kim, alzando a Seunghee del suelo, quien aún sangraba, para sostenerla con cuidado. —Momo, ¿tienes alcohol y algodón?
La anfitriona asintió, moviéndose cual torbellino por la sala para coger lo solicitado y llevarlo a la cocina seguida por ambos, quienes caminaban despacio pues el dolor producto de la paliza que recibió la pelirrosa empezaba a hacerse presente.
Apenas Momo regresó al ambiente, las cosas se pusieron aún más densas.
—No tengo ganas de hablar, ¿sí? Solo... denme un momento.— Jungkook se apartó de Namjoon y Yoongi, apresurándose hacia el pasillo que llevaba hacia las habitaciones, pero de pronto se vio frenado por una delgada mano aferrándose a su muñeca con la fuerza de una prensa hidráulica.
—No. No te vayas.— Sana ordenó, con un toque de desesperación en su voz, que se veía camuflado por su intento de lucir indiferente ante la situación. Jeon se volvió hacia ella, dándole una mirada que no perdonaba nada ni a nadie. Soltó este agarre con brusquedad y metió ambas manos en sus bolsillos, apresurándose hasta la habitación de la dueña de casa, donde cerró de un portazo y dejó a todos estupefactos en la sala. Jungkook era el chico más dulce y dedicado cuando se trataba de una relación, pero esta vez la actitud de su novia pudo agotar su infinita paciencia. Se sentía traicionado, confundido y estúpido, no entendía cómo pudo estar enamorado de alguien que realmente no lo quería. ¿Qué estuvo haciendo mal?
—Ahora sí que la cagaste, Sana.— Rezongó Chaeyoung, llevándose ambas manos a la cabeza, despeinándose en el acto, mientras cerraba la puerta principal de una patada. El estrés se estaba apoderando de todos en la habitación, así como otras desagradables emociones empezaban a surgir en sus pechos. —Terminaste de destrozar a Jeongyeon y como si eso no fuera suficiente también jodiste a Jungkook.
Sana, en la acción más evasiva, estando al tanto de lo que había hecho, se encogió de hombros, cruzándose de brazos para así salir hacia el balcón. Lágrimas de rabia se asomaron en los grandes ojos de Jihyo, quien mantenía las manos crispadas en puños, palideciendo sus nudillos en el acto. Nayeon observaba la escena, completamente estática y perdida, mientras sus pensamientos corrían a mil por hora... "¿Qué mierda es todo esto? ¿Dónde está Jeong?"
—Sana, tienes que hacerte responsable de esto.— Yoongi intervino, con una voz cargada de severidad, mientras se dirigía hacia ella y posaba una mano en su hombro, guiándola insistentemente hacia el centro de la sala. —No puedes ir por la vida arrojando bombas y esperar que no te alcance el daño.
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Love Line for Summer
Fanfic"Eres lo que más deseo, Yoo Jeongyeon." De pronto, cuando pierdes toda esperanza de hallar el otro extremo de tu hilo rojo, lo encuentras en el lugar más descabellado y con la persona menos esperada. Y es ahí donde intentas cortarlo. Lo odias. Per...