Ofrenda

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Era bien sabido que Konoha era una ciudad próspera y futurista, si bien eso era cierto había cosas que no cambiaban en cuanto a sus tradiciones, aún en la época actual seguían existiendo las carreras de apareamiento, claro cambio el hecho de que e...

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Era bien sabido que Konoha era una ciudad próspera y futurista, si bien eso era cierto había cosas que no cambiaban en cuanto a sus tradiciones, aún en la época actual seguían existiendo las carreras de apareamiento, claro cambio el hecho de que el omega atrapado tenía derecho a rechazar al alfa que lo atrapó o bien podía aceptar uno o más cortejos aún siendo un omega cortejado.

El cortejo variaba según las parejas, el cortejo podía terminar en cualquier momento si uno de los dos así lo decidía y también podían agregar uno o más integrantes a las dinámicas, el poliamor era algo bienvenido en la manada de Konoha, había varias partes del cortejo. Sin embargo la más importante para los ancianos de la manada eran las ofrendas, con ello los ancianos del consejo podían ver que tan capaz era un alfa de proveer para su omega y en dado caso una futura familia.

Las ofrendas por lo regular eran entregadas a los omegas frente a toda la manada en la casería mensual, en donde todos los alfas apareados o no participaban.

Konoha había tenido un historial de alfas impresionantes que eran más que capaces de proveer, sin embargo hubo un alfa en particular que hizo historia en la entrega de ofrenda a su omega durante el cortejo, fue nada más y nada menos que el actual líder alfa de Konoha.

Naruto Uzumaki.

El rubio mayor cazó un  jabalí enorme durante sus años de cortejo, había sido un gran evento, los jabalíes eran raros de cazar en Konoha dado que eran bastante escurridizos. Aunque claro era de esperarse de un líder alfa.

No pasó mucho tiempo para que se apareara con su omega, de su relación nacieron dos hijos, una hermosa niña alfa a la que nombraron Himawari y su progenitor y la luz de los ojos de Naruto, su hijo omega Boruto.

Boruto era el vivo retrato del Uzumaki mayor, con facciones más finas y delicadas heredadas de su madre Hinata y por su genética omega, tenía un carácter decidido y divertido junto a un corazón de oro, no era de extrañar que fuera amado por la manada siendo una la mezcla del matrimonio Uzumaki.

Mientras crecía Boruto dejó a su paso un sin fin de personas enamoradas, tenía alfas, betas y omegas detrás de él esperando una oportunidad.

Ser hijo del líder alfa no lo salvaba de participar en la carrera de apareamiento, así que cuando cumplió veinte años se vio obligado a participar quisiera o no, su padre no estaba muy de acuerdo y secretamente había intentando que no participará.

No creía que ningún alfa fuera digno de su preciado tesoro, su hija Himawari, Hanabi y incluso su suegro Hiashi junto a Neji estaban de acuerdo con él.

A Boruto le parecía ridículo las actitudes de su sobre protectora familia, aunque lo apreciaba en el fondo, saber que lo amaban tanto lo hacía feliz.

Boruto quería participar en la carrera, creció escuchando la historia de como su mamá y su papá se enamoraron en dicha carrera, como sintieron ese tirón en el corazón y solo con verse a los ojos supieron que eran el uno para el otro, no creía tener tanta suerte como sus padres pero al menos quería tener la oportunidad de encontrar una persona con la que pudiera llegar a conocerse y en el proceso enamorarse.

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