Luego de la extraña plática se va la señora, tomamos las maletas y buscamos mi antigua habitación para dormir los tres. La habitación es más pequeña de lo que recordaba.
- No vamos a caber los tres aquí - dice mi esposa y acuesta a Mike mi antigua cama ya dormido.
- Entonces vamos a la de mi mamá - digo y salgo de la habitación.
Caminamos a la habitación de mi difunta madre, nos acostamos y me duermo inmediatamente.
En mi sueño, estoy sentado en la playa de noche, junto a Mike, mirando las estrellas. De pronto, sale mi mamá del mar, llena de algas, como si llevara años ahí abajo. Se acerca y se sienta frente a nosotros.
- Mamá - susurro y ella me sonríe, de su boca sale bastante agua y sus dientes estaban negros.
- Papi, ¿ella es mi abuelita? ¿No había muerto? - pregunta mi hijo.
- Así es pequeño, estoy muerta. Pero tengo que decirles algo - dice mirando a mi bebé, luego me mira - tengo un nieto hermoso, me hubiera gustado conocerlo.
- Siempre quise traerlo, pero siempre decías que no - le respondo.
- Porque venir es peligroso, apenas salgan de este sueño deben irse. O morirán - dice notandose la preocupación en su rostro.
- Pero acabamos de llegar - digo.
- No importa, deben irse ya - me responde.
La tierra empieza a temblar y el suelo se abre, trato de tomar a Mike rápido pero no logro alcanzarlo.
El niño empieza a gritar mientras corro para atraparlo, se empieza a notar una mano negra alrededor del niño, y cada vez se va haciendo más visible.
Un cracken negro era el que se lo estaba llevando, corro desesperadamente al ver que se lo está llevando al mar. Escucho los gritos más cercanos y siento que me están moviendo.
- Despierten, solo es un sueño, despierten - escucho la voz de mi esposa y siento que estoy llorando.
Mi madre aparece delante del cracken y sale una luz de sus manos, cegando al cracken y hace que suelte al niño en mis manos.
- Siempre te voy a proteger, pero debes irte - me dice con una sonrisa triste mientras el cracken la toma de la cintura y la sigue llevando al mar destruyendo todo a su paso.
Mike desaparece de mis manos y ya no escucho los gritos, así que asumo que está a salvo o habrá logrado despertar. Corro detrás del cracken para lograr salvar a mi mamá.
- Solo vete a casa - me regaña y termina hundida de nuevo.
Me siento en el piso a llorar hecho bolita y así me despierto.
- Mamá... Mamá... - digo entre sollozos despertando.
Miro a mi familia y los abrazo llorando, mi niño también estaba llorando entre los brazos de mi esposa. Los abrazo fuerte y ellos a mi, nos acostamos todos juntos en la cama de nuevo.
Ellos logran dormir mientras estoy mirando al techo, no pude dormir luego de ese sueño tan extraño, y no me lo podía sacar de la cabeza.
Miro el reloj, veo que son las 4 AM. Así que cierro los ojos intentando dormir.
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La maldición de la abuela
SpiritualTenía muchos recuerdos olvidados de mi infancia, según un psicólogo es normal en el trauma infantil... Pero al volver a la isla de donde soy tras la muerte de mi madre, recuerdo poco a poco el porque me fuí... y el porque mi madre no me permitía ven...