Irse

5 1 0
                                    

Despierto y veo el reloj, son las 6 am, logré dormir 2 horas. Trato de levantarme pero despierto a mi esposa en el proceso.

- Lo siento amor, no fué mi intención - le digo y ella me mira adormilada.

- Buenos días, ¿a qué hora nos vamos? - me pregunta y la miro confundido.

- ¿Irnos? Pero si acabamos de llegar - le digo.

- Anoche estabas gritando que debemos irnos, que nos iríamos hoy. Pensé que nos iríamos - me dice acomodando al niño.

- No, nos vamos mañana - le digo y me levanto.

- Está bien - dice y se vuelve a dormir.

Camino a la cocina por algo de tomar y escucho que tocan la puerta, voy a abrir y veo a la misma señora de ayer.

- Ya busqué un bote, tienes que irte - me dice seria, la misma cara de mamá anoche.

- Me iré mañana - le digo y camino a la cocina dejando la puerta abierta para que pase a la casa si quiere.

- No, debes irte ya. Es lo que tú madre querría - dice caminando detrás de mí.

- Acabo de despertar, deme un poco de tiempo - le digo y ella se pone frente a mí.

- Deben irse ya!!!

- Está bien, voy por mi familia y mis cosas - digo empezando a caminar a la habitación -  que señora tan pesada.

Entro en la habitación.

- Ya nos vamos - le digo llendo a las maletas.

- ¿No me dijiste que no nos íbamos? - me dice confundida.

- Una señora pesada me hizo cambiar de opinión - le digo y camino afuera de la habitación con las maletas, ella se levanta, carga al niño y me sigue.

- Que bueno que tomaron la decisión correcta, yo despediré a tu mamá por ti - dice empezando a caminar - les reservé un bote.

Caminamos al muelle y veo un bote pero no había nadie, cuando nos acercamos, el señor que nos trajo estaba muerto dentro.

Mi esposa se gira para el que el niño no vea la escena.

- Cariño, llévalo a pasear por la playa - le digo a mi esposa quien me asiente y se aleja despacio con Mike.

- Ya sabe que están aquí, con más razón deben irse - me dice la señora y trata de llamar a alguien que pueda conducirnos fuera de la isla.

- ¿Que le habrá pasado? - pienso en voz alta y me acerco al bote.

- Tan curioso como de pequeño, pero no te acerques o la policía te va a involucrar, eres el recién llegado - dice para alejarse y hacer una llamada.

Miro el cadáver y noto una marca en su brazo, al mirar bien, logró ver la marca que tenía mi madre en el ataúd y en el sueño, la misma que llevaba el cracken en mis sueños. Esto es imposible, debe ser alguna casualidad o este señor era cercano a mi mamá y se hicieron tatuajes, eso debe ser.

- Te dije que no te acercaras - dice la señora regresando y sorprendiendome.

- ¿Sabe que significa esa marca? - digo señalando la marca e ignorando la - mi mamá tenía una igual, incluso en el sueño de anoche.

- ¿Soñaste con tu mamá? - me pregunta con una sonrisa y mira la marca - eso no es bueno...

- ¿Por qué? ¿Alguna pandilla? - pregunto mirandola.

- Eso quiere decir que todo fue una trampa, tu madre murió para que vinieras. Siempre supo que has estado aquí... - dice mirando la marca fijamente.

- Señora me está dando miedo, ¿A quien se refiere? - pregunto acercándome a ella.

Ella suspira y me mira tomando mis mejillas.

- Prometí a tu madre nunca revelarlo, pero es hora que lo sepas, debes salvar a tu familia como lo hizo ella. Tenemos que volver a la casa y les enseñaré lo que deben saber - me dice y empieza a caminar - te veo en casa de tu madre, haré té.

La miro extrañado y voy a buscar a mi familia a la playa, quiero que mi esposa me dé el apoyo que necesito, algo me dice que será algo grave.

La maldición de la abuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora